Cuatro mayores de Miguelturra siembran el "huerto del abuelo" en el Parque Rivas Moreno que ya da sus frutos.
El huerto, que está situado en el parque Rivas Moreno de la localidad, comienza a dar sus frutos y cumple con los objetivos y expectativas planteadas.
En pocos meses, sandias, tomates, judías, pimientos etc. empiezan a dar color al huerto. Hay que recordar que ésta es otra de las actividades que oferta el Centro de Día para trabajar en pro del envejecimiento activo y saludable de los mayores, y al mismo tiempo la actividad es productiva.
Para esta actividad el ayuntamiento les ha cedido las herramientas necesarias para el cultivo y las simientes que han plantado. También se les proporciona el agua para regar, que evidentemente tiene un horario determinado y se establece como riego por goteo. Hay que recordar que "El huerto del abuelo" es una iniciativa pionera en la provincia y en la región en la que el Ayuntamiento de Miguelturra cede terreno, exactamente 30 metros, a cuatro usuarios, del Centro de Día para que lo exploten durante un año.
El terreno está delimitado con una valla de metro y medio, cerrada con puerta, donde los adjudicatarios han sembrado y tienen que cuidar sus productos, la mayoría han elegido hortalizas, como las judías verdes y frutas como sandias y melón.
Pero no sólo está cumpliéndose este objetivo, sino que también se planteaba como medida de educación medioambiental ya que, al estar situado en un parque, los niños pudieran ver cómo se cuida un huerto, acercando el mundo rural al urbano, donde el niño pudiera observar cómo para obtener frutos hay que trabajar y cuidar el terreno y en definitiva el medio ambiente.
Los cuatro usuarios responsables de las parcelas dicen que por la tarde siempre están acompañados de niños y padres preguntando y satisfaciendo la curiosidad que les despierta. Pero además, son invitados a merendar, muchas tardes pelan pepinos y los reparten con sal.
Así pues, no sólo es una iniciativa social, también es un medida de educación medioambiental es acercar el mundo rural al urbano donde el niño observar cómo para obtener frutos hay que trabajar y cuidar el terreno y en definitiva el medio ambiente.
Por tanto, con el "Huerto del Abuelo" se pretende que nuestros mayores trabajen su autonomía, eviten el estrés, la depresión e intercambien experiencias recuperando algo que ellos conocen muy bien como es el campo, pero además sirven de ejemplo a los más jóvenes que podrán conocer de cerca el esfuerzo que requieren los huertos antes de tener la comida sobre la mesa.
En pocos meses, sandias, tomates, judías, pimientos etc. empiezan a dar color al huerto. Hay que recordar que ésta es otra de las actividades que oferta el Centro de Día para trabajar en pro del envejecimiento activo y saludable de los mayores, y al mismo tiempo la actividad es productiva.
Para esta actividad el ayuntamiento les ha cedido las herramientas necesarias para el cultivo y las simientes que han plantado. También se les proporciona el agua para regar, que evidentemente tiene un horario determinado y se establece como riego por goteo. Hay que recordar que "El huerto del abuelo" es una iniciativa pionera en la provincia y en la región en la que el Ayuntamiento de Miguelturra cede terreno, exactamente 30 metros, a cuatro usuarios, del Centro de Día para que lo exploten durante un año.
El terreno está delimitado con una valla de metro y medio, cerrada con puerta, donde los adjudicatarios han sembrado y tienen que cuidar sus productos, la mayoría han elegido hortalizas, como las judías verdes y frutas como sandias y melón.
Pero no sólo está cumpliéndose este objetivo, sino que también se planteaba como medida de educación medioambiental ya que, al estar situado en un parque, los niños pudieran ver cómo se cuida un huerto, acercando el mundo rural al urbano, donde el niño pudiera observar cómo para obtener frutos hay que trabajar y cuidar el terreno y en definitiva el medio ambiente.
Los cuatro usuarios responsables de las parcelas dicen que por la tarde siempre están acompañados de niños y padres preguntando y satisfaciendo la curiosidad que les despierta. Pero además, son invitados a merendar, muchas tardes pelan pepinos y los reparten con sal.
Así pues, no sólo es una iniciativa social, también es un medida de educación medioambiental es acercar el mundo rural al urbano donde el niño observar cómo para obtener frutos hay que trabajar y cuidar el terreno y en definitiva el medio ambiente.
Por tanto, con el "Huerto del Abuelo" se pretende que nuestros mayores trabajen su autonomía, eviten el estrés, la depresión e intercambien experiencias recuperando algo que ellos conocen muy bien como es el campo, pero además sirven de ejemplo a los más jóvenes que podrán conocer de cerca el esfuerzo que requieren los huertos antes de tener la comida sobre la mesa.