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El primer tramo de la autovía A-43 por la provincia entra en servicio entre la satisfacción general y las críticas por la tardanza en el resto del trazado .

Ciudad Real-Daimiel en 14 minutos.

La provincia cuenta desde ayer con un nuevo tramo de autovía de 36 kilómetros que permite conectar en catorce minutos la capital de la provincia con Daimiel, circulando a una velocidad media de 120 kilómetros por hora. Se trata del primer segmento que entra en funcionamiento de la gran autovía transversal A-43 que, atravesando Ciudad Real, unirá Extremadura con la Comunidad Valenciana en un futuro incierto y que ayer se abrió el tráfico tras un acto inaugural encabezado por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, quien expresó su satisfacción por “inaugurar los primeros kilómetros de autovía que se construyen en Ciudad Real en muchos años”.

En una de las tardes más desapacibles de este otoño, en la que el viento y la lluvia parecieron aliarse como para poner a prueba la firmeza y el diseño de la esperadísima vía rápida que ha construido Dragados, tres autobuses con autoridades, políticos y periodistas hicieron el recorrido inaugural desde el enlace de la autovía en Miguelturra hasta el de Torralba. El viaje finalizó poco antes de las seis. A partir de esa hora Tráfico se fue abriendo por tramos al resto de circulación en sentido Valencia.

Este tramo de autovía, esperado y celebrado sobre todo por quienes diariamente tenían que soportar las grandes aglomeraciones en la N-430 que ha sido durante años la única conexión entre la capital y la Autovía de Andalucía, la N-IV, va a suponer según el ministro un importante avance para una capital de provincia, Ciudad Real, que al menos sobre el papel deja de ser de las pocas capitales de España que no tenían acceso directo a una autovía.

No obstante, los alcaldes de varios de los municipios a los que en principio más va a beneficiar el primer tramo de la autovía A-43, como son Román Rivero, alcalde Miguelturra; José Manuel Díaz-Salazar, alcalde Daimiel y Teresa González, alcaldesa de Torralba, todos ellos del PSOE y miembros de la plataforma que se creó hace años para presionar al Gobierno central a agilizar las obras, expresaron ayer su satisfacción a medias por la puesta en servicio del primer tramo.

Otro acceso en Miguelturra

En declaraciones a LANZA, Román Rivero, primer edil de Miguelturra se quejó de que el Ministerio de Fomento haya hecho caso omiso a la petición que formuló este Ayuntamiento hace dos años, para que se construyese otro acceso a la autovía desde el parque tecnológico y el polígono industrial de esa localidad. “A Miguelturra la autovía no le beneficia si no trae consigo desarrollo económico y empresarial y eso no va a suceder ahora”.

Por su parte, el alcalde de Daimiel , José Manuel Díaz-Salazar afirmó que que la apertura del tramo “es un gran avance en cuanto a facilitar la vinculación que tenemos con Ciudad Real” y las comunicaciones para las decenas de trabajadores, universitarios y ciudadanos daimieleños que tienen que desplazarse a la capital con frecuencia a resolver trámites o acudir al hospital.

Corredor en el desierto

Sin embargo, Rivero, González y Díaz-Salazar tienen claro que la apertura de este tramo viene a ser como “poner un corredor en un desierto” y denunciaron el “lento proceso de construcción del resto de tramos” hasta que la autovía a Atalaya de Cañavate sea una realidad. “Las autovías son importantes para el desarrollo de una comarca cuando unen grandes distancias”, subrayaron, e incidieron en que la puesta en servicio de un tramo de 36 kilómetros de un total de 400 “es muy poco como para que se noten los efectos”. Además insistieron en que los plazos previstos por Fomento, dos años y medio según los alcaldes para que se inaugure el segundo tramo, el Daimiel-Manzanares “es un tiempo realmente denunciable”.

Una autovía moderna

El tramo de autovía que se abrió al tráfico es uno de los más modernos de cuantos están en funcionamiento en el resto del Estado. La construcción, que ha durado veintinueve meses, ha costado algo más de 101 millones de euros.

El tramo dispone de cuatro accesos: Miguelturra-Ciudad Real, Carrión, Torralba y Daimiel, que permiten la conexión con otras carreteras convencionales.

Para los más quisquillosos con la fechas el ministro recordó que la tramitación de esta autovía comenzó en 1996, año en el que se aprobó el trazado definitivo del tramo, mientras que el proyecto salió a información pública en 1997. En agosto de 1998 la obra obtuvo la aprobación del estudio de impacto ambiental y el proyecto salió a licitación en noviembre de 2000. Las obras comenzaron en abril de 2001.

La autovía A-43 es un eje transversal que comunicará Extremadura con la Comunidad Valencia, a través de Castilla-La Mancha. Su trazado es paralelo por el sur a la actual carretera N-430.