Presentadas las conclusiones sobre un Estudio Sociológico de la Población Inmigrantes en Miguelturra.
Las concejalías de empleo y bienestar social del Ayuntamiento de Miguelturra, en colaboración con el INEM, han desarrollado un estudio sociológico sobre “Población inmigrante y el sector agrario en Miguelturra” cuyas primeras conclusiones han sido hechas públicas.
Englobado en un proyecto que lleva por nombre “Abriendo caminos”, el estudio se divide en dos partes (la primera de las cuales contó también con la participación de una ingeniero técnico agrícola) y cifra entre sus objetivos los de conocer las potencialidades del mercado laboral del municipio.
Para ello se ha analizado el sector más representativo del entorno (sector agrario) con la finalidad de racionalizar los esfuerzos tendentes a mejorar la empleabilidad de la población extranjera residente en el municipio. La estrategia a seguir dentro de esta primera parte se ha basado en dos puntos: por un lado el estudio socioeconómico del sector agrario en Miguelturra, teniendo en cuenta aspectos tan puntuales como la superficie ocupada o el tipo de suelo entre otros.
El segundo punto se centró en el estudio del perfil de los trabajadores de estas explotaciones. Las conclusiones arrojan datos tan relevantes como que mientras que los cultivos hortícolas generan más trabajo, pero de carácter eventual, la ganadería oferta menos aunque mucho más estable.
Por lo tanto, el estudio aboga por la necesidad de potenciar los cultivos hortícolas, que son un importante yacimiento de empleo, a través de invernaderos que permitan que esos puestos de trabajo que se generan sean estables.
La segunda parte se centra en el estudio sociológico de la población inmigrante. Durante meses dos sociólogas se han encargado de contactar con los 111 inmigrantes de diferentes nacionalidades que a fecha de inicio del proyecto residían en la localidad.
La facilidad que les han brindado los encuestados y su implicación en el estudio eran algunos de los detalles que una de las autoras destacaba del contacto mantenido a través de las entrevistas personales en profundidad realizadas.
Un total de 47 entrevistas a 45 familias, de las que 28 se realizaron a mujeres y 17 a hombres (veintinueve de ellas a iberoamericanos, seis a personas procedentes de la Europa comunitaria, cinco a africanos y cinco a personas procedentes de otros países).
Además, los datos arrojan que un 53% de esta población de inmigrantes de la localidad se encuentran entre los 30 y 44 años de edad, un 37% entre los 18 y 29 años y sólo un 8% son mayores de 45. Lo que indica que es un sector de población joven, en edad laboral y fértil.
Las conclusiones del estudio reconocen que la presencia de inmigrantes en Miguelturra es estable y tenderá a incrementarse. “Miguelturra no se reconoce como un pueblo especialmente racista, los inmigrantes entrevistados no se han sentido rechazados ni maltratados, salvo algún incidente puntual”.
Se avanza que en los próximos años el peso demográfico de los inmigrantes, que en la actualidad es muy poco significativo (menos del 1% de la población total), seguirá aumentando puesto que se trata de un fenómeno estructural y no coyuntural “que exige del esfuerzo de las administraciones para evitar que las diferencias generadas por el sistema económico pongan en peligro la garantía de los derechos humanos”.
El conocimiento de los datos extraídos del estudio permitirá al área de bienestar social del Ayuntamiento de Miguelturra seguir avanzando en el diseño de estrategias de integración y favoreciendo las posibilidades de igualdad entre los ciudadanos.
Entre los datos conocidos del estudio se revela que la población del municipio acepta sin conflictos la llegada de los nuevos inmigrantes, “el 22% no tiene ningún problema a la hora de relacionarse con ellos” mientras que el 30% reconoce que, en ocasiones, la delincuencia se relaciona con la inmigración.
Los inmigrantes que habitan en Miguelturra proceden de muy diversos países, tanto de la Europa del este, de América latina y del norte de África.
Englobado en un proyecto que lleva por nombre “Abriendo caminos”, el estudio se divide en dos partes (la primera de las cuales contó también con la participación de una ingeniero técnico agrícola) y cifra entre sus objetivos los de conocer las potencialidades del mercado laboral del municipio.
Para ello se ha analizado el sector más representativo del entorno (sector agrario) con la finalidad de racionalizar los esfuerzos tendentes a mejorar la empleabilidad de la población extranjera residente en el municipio. La estrategia a seguir dentro de esta primera parte se ha basado en dos puntos: por un lado el estudio socioeconómico del sector agrario en Miguelturra, teniendo en cuenta aspectos tan puntuales como la superficie ocupada o el tipo de suelo entre otros.
El segundo punto se centró en el estudio del perfil de los trabajadores de estas explotaciones. Las conclusiones arrojan datos tan relevantes como que mientras que los cultivos hortícolas generan más trabajo, pero de carácter eventual, la ganadería oferta menos aunque mucho más estable.
Por lo tanto, el estudio aboga por la necesidad de potenciar los cultivos hortícolas, que son un importante yacimiento de empleo, a través de invernaderos que permitan que esos puestos de trabajo que se generan sean estables.
La segunda parte se centra en el estudio sociológico de la población inmigrante. Durante meses dos sociólogas se han encargado de contactar con los 111 inmigrantes de diferentes nacionalidades que a fecha de inicio del proyecto residían en la localidad.
La facilidad que les han brindado los encuestados y su implicación en el estudio eran algunos de los detalles que una de las autoras destacaba del contacto mantenido a través de las entrevistas personales en profundidad realizadas.
Un total de 47 entrevistas a 45 familias, de las que 28 se realizaron a mujeres y 17 a hombres (veintinueve de ellas a iberoamericanos, seis a personas procedentes de la Europa comunitaria, cinco a africanos y cinco a personas procedentes de otros países).
Además, los datos arrojan que un 53% de esta población de inmigrantes de la localidad se encuentran entre los 30 y 44 años de edad, un 37% entre los 18 y 29 años y sólo un 8% son mayores de 45. Lo que indica que es un sector de población joven, en edad laboral y fértil.
Las conclusiones del estudio reconocen que la presencia de inmigrantes en Miguelturra es estable y tenderá a incrementarse. “Miguelturra no se reconoce como un pueblo especialmente racista, los inmigrantes entrevistados no se han sentido rechazados ni maltratados, salvo algún incidente puntual”.
Se avanza que en los próximos años el peso demográfico de los inmigrantes, que en la actualidad es muy poco significativo (menos del 1% de la población total), seguirá aumentando puesto que se trata de un fenómeno estructural y no coyuntural “que exige del esfuerzo de las administraciones para evitar que las diferencias generadas por el sistema económico pongan en peligro la garantía de los derechos humanos”.
El conocimiento de los datos extraídos del estudio permitirá al área de bienestar social del Ayuntamiento de Miguelturra seguir avanzando en el diseño de estrategias de integración y favoreciendo las posibilidades de igualdad entre los ciudadanos.
Entre los datos conocidos del estudio se revela que la población del municipio acepta sin conflictos la llegada de los nuevos inmigrantes, “el 22% no tiene ningún problema a la hora de relacionarse con ellos” mientras que el 30% reconoce que, en ocasiones, la delincuencia se relaciona con la inmigración.
Los inmigrantes que habitan en Miguelturra proceden de muy diversos países, tanto de la Europa del este, de América latina y del norte de África.
