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Las soluciones que se proponen para el inicio de las investigaciones son modernas, imaginativas y de un calado técnico.

Ley de reproducción asistida.

LA INVESTIGACIÓN QUE VIENE



Millones de Españoles se podrán beneficiar, en un futuro, de las ventajas de la investigación con células, tanto embrionarias como adultas.

La reciente aprobación de la Ley de Reproducción Asistida, en un primer paso, la entrada en el Congreso de los Diputados, la aprobación en la Cámara Baja, con el apoyo del PP y Coalición Canaria, las enmiendas transaccionales, más de 12, que han dado a las autonomías más protagonismo, que han hecho que el PSOE se abstenga en la votación junto con IU, son signo inequívoco de que algo ha cambiado.

Algo está cambiando, y esto nos satisface sobremanera. Tal vez la capacidad de convicción de la Sra. ministra, tal vez la adaptación de la ley a la real necesidad de los enfermos de este país, tal vez la presión social ha hecho el resto, tal vez un poco de todo. Esto último sería lo más sensato y hablaría muy bien de la madurez de nuestra sociedad civil.

Pero no podemos confundir a los usuarios de la sanidad pública, y menos a los enfermos crónicos de un sinfín de enfermedades, entre las que se encuentra la diabetes, para que piensen que ya se ha encontrado la solución a su enfermedad. No sería honesto decir esto, aunque algunos así lo hagan, mintiendo de una forma absurdamente despiadada.

Lo único que hemos conseguido entre todos es poner la base para que las reglas del juego de lo que habrá de ser el futuro de una de las líneas de investigación más prometedoras se consoliden en nuestro país.

Es cierto que en algunos países de nuestro entorno se plantearon antes que en el nuestro soluciones legislativas, algunas aún en discusión, como en Francia, pero en nuestro país se está dando un gran salto hacia la total consolidación de la norma que hará posible esta línea de investigación.

La gran complejidad, el control de la “paternidad” de las células, los procedimientos de conformidad, ya reglamentados, la salvaguarda de la salud de los enfermos, el profundo respeto hacia las posturas éticas de todos y cada uno de los españoles se habrán de dar cita en el texto que ahora hace su andadura en el Senado, para hacer posible esta solución.

Creemos profundamente que las soluciones que se proponen para el inicio de las investigaciones son modernas, imaginativas y de un calado técnico que habrán de sobrepasar cualquier planteamiento ético-político de cualquier signo, dejando de una vez por todas que los científicos, bajo la tutela y control de quienes tienen la responsabilidad de gobernar, inicien las investigaciones, y que cada uno juegue su papel, algo que últimamente está bastante complicado.

La aparición de investigadores estrella, el renacimiento de viejos y rebuscados mensajes sobre la “Ley de Punto y Final”, o la tardanza de la Comisión de Ética en manifestarse no han hecho sino retardar lo que, desde nuestro punto de vista, es inaplazable, que no es otra cosa que el hecho de que ciertas líneas de investigación se inicien, que ofrezcan un punto de luz a muchos enfermos de este país, que muchos investigadores practique como tales, que haya fondos públicos suficientes y que cada uno cumpla con su obligación, entre ellos la oposición, voluntariamente adquirida ante una sociedad que mira atónita cómo alguna comunidad autónoma se quiere arrogar el poder del Estado, en contra de lo que establece nuestra Constitución en el articulo 149.1.15.

Es momento de reposo, de festejar nuestro 25 aniversario de la Constitución pero que nadie la toque, en función de los intereses de cada uno, hoy la acepto, mañana la vulnero, y mientras pleiteamos estoy en los medios de comunicación vendiendo humo.

A los unos y los otros, la sociedad española es cada día más madura, por suerte para este país y por desgracia para los vendedores de humo.

Se nos abre una gran puerta de esperanza, no a corto plazo, y asumiendo que investigar no es sinónimo de curar. APOSTEMOS POR LA INVESTIGACIÓN.