El Belén Viviente “Y nació en Belén” bate su récord histórico superando los 2.600 visitantes en su décima edición | Galería imágenes (99)
Un año más Miguelturra vivió en la tarde del pasado sábado, 27 de diciembre, una jornada de tradición y éxito rotundo con la celebración de la décima edición de ‘Y nació en Belén…’, el Belén Viviente organizado por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, con la colaboración del ayuntamiento de Miguelturra. La cita ha superado todas las expectativas, registrando una afluencia de más de 2.600 visitantes, una cifra que rebasa con creces los dos millares del año anterior.
La Plaza de la Constitución y el entorno de la Parroquia volvieron a llenarse de vida para acoger esta recreación histórica, que contó con la participación de cerca de 90 figurantes, entre hermanos de la cofradía y vecinos colaboradores.
El alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, visitó el montaje a primera hora de la tarde, acompañado de parte del Equipo de Gobierno, y calificó la actividad como "un momento fundamental en nuestra Navidad". El regidor destacó el crecimiento constante de la iniciativa: "Cada año más personas colaboran y se baten récords de visitantes; varios miles de personas pasan todas las jornadas en las que se desarrolla este evento", señaló.
Mohíno agradeció el esfuerzo de la Hermandad, de los figurantes y de los dispositivos municipales (Policía Local y Protección Civil), subrayando la importancia de la colaboración institucional: "Es fundamental que el Ayuntamiento vaya de la mano del asociacionismo para facilitar iniciativas como esta, que dinamizan la Navidad y convierten a Miguelturra en un municipio atractivo desde el punto de vista cultural y lúdico".
Novedades escénicas y hospitalidad.
Por su parte, Ana de Toro, Hermana Mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, que cuenta con casi 500 hermanos, destacó la satisfacción por la acogida del público, con largas filas formadas incluso antes de la apertura. "Hemos puesto toda la carne en el asador desde muy temprano", afirmó De Toro, quien puso en valor las novedades de este décimo aniversario, como la zona infantil de mosaicos y cenefas o la nueva escena de la cantera, donde un grupo de jóvenes recreó el oficio de picar piedra a la antigua usanza.
Fieles a la tradición de hospitalidad, la organización repartió caldo caliente, castañas, rosquillas y chocolate en distintos puntos del recorrido para hacer la visita más agradable. "Celebramos lo más importante: el nacimiento de Cristo", recordó la Hermana Mayor.
Broche de oro musical.
La jornada concluyó pasadas las 21:00 horas con un cierre emotivo: la llegada de sus Majestades los Reyes Magos, acompañados por los sones de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad. La banda de la hermandad puso el broche final con sus acordes a uno de los días más señalados de la programación navideña churriega.
