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BALANCE POSITIVO DE LA ESCUELA TALLER AMELGARES EN SUS CUATRO PRIMEROS MESES DE ACTIVIDAD

BALANCE POSITIVO DE LA ESCUELA TALLER AMELGARES EN SUS CUATRO PRIMEROS MESES DE ACTIVIDAD

La escuela taller Amelgares iniciaba su andadura en la localidad el pasado 20 de diciembre con el objetivo de posibilitar la formación cualificada a jóvenes miguelturreños desempleados en ámbitos en los que cuentan con opciones reales de incorporación al mercado laboral. Transcurridos cuatro meses desde su nacimiento, el director de la escuela, José Antonio Sancho, hace un primer balance satisfactorio de este arranque en el que los 36 alumnos (10 chicas y 26 chicos) de los cuatro módulos de formación que se imparten "tienen una actitud muy positiva, mostrando mucho interés por sus respectivos módulos con lo que la evolución del proyecto es tranquila".
Sancho también ha querido destacar "la importancia de la implicación y el compromiso del ayuntamiento de Miguelturra con este proyecto desde el primer momento". El hecho de que desde el Consistorio se les facilitase una instalación previa de cuatro aulas, un despacho de administración y una instalación eléctrica básica en la nave donde se ha ubicado la escuela ha permitido una mayor comodidad y una gran motivación para profesores y alumnos, que desde el primer momento también contaron con las herramientas básicas para comenzar a trabajar y profesorado necesario para las clases de graduado escolar.
Con sólo cuatro meses de formación y prácticas los alumnos ya han realizado la distribución de varias dependencias en la nave así como la construcción del mobiliario existente: puertas, papeleras, ceniceros, estanterías, mesas e incluso los servicios, uno de ellos preparado para minusválidos. Un trabajo que según su director les motiva y les ilusiona para seguir aprendiendo, "el hecho de que tengan una planificación en el trabajo y que vean que con sus propios medios realizan y coordinan la obra, que ésta avanza y los objetivos se van cumpliendo les motiva mucho".
Además de recibir formación específica en albañilería, carpintería metálica y carpintería de madera, los alumnos cuentan también con profesorado específico para poder obtener el graduado escolar puesto que "se trata de darles una base formativa necesaria en cuanto a superficies, volúmenes y reglas básicas, puesto que estas profesiones son complejas, pero también de ofrecerles una base en cuanto a la expresión oral y escrita para que puedan llevar a cabo unas relaciones sociales fluidas necesarias tanto para ascender en sus trabajos el día de mañana como para trabajar con autonomía y asumir de responsabilidades".
La protección también juega un papel fundamental en el día a día de la escuela. La prevención de riesgos laborales se imparte a diario: ante una máquina nueva no sólo se enseña su manejo sino también se advierte de los peligros que ésta conlleva. Además, no se escatima en medios de seguridad porque "el hábito de cuidarse a uno mismo y de disponer de los elementos básicos de seguridad es fundamental y debe llevarse a rajatabla"
José Antonio Sancho, con más de una década de experiencia en este tipo de escuela-talleres, señalaba también que las mujeres están perfectamente integradas en la escuela. Mientras que actualmente en carpintería de madera ya no hay tantas reticencias y ya hay experiencias de mujeres trabajando como soldadoras, en cuanto al sector de la construcción es mucho más difícil integrarse. Sancho destacaba que las mujeres sí tienen salida en estos trabajos por lo que no tienen por qué descartarlos, "hoy ya no es cuestión de fuerza sino de autonomía en el trabajo".
La escuela taller Amelgares comenzaba con dos objetivos fundamentales: formar a 36 jóvenes en distintos oficios y, posteriormente, construir un vivero de empresas en el polígono industrial del sector SU 9 de la localidad. El primer objetivo se verá cumplido en los primeros seis meses de formación, etapa en la que los alumnos están becados por el INEM. Será a partir del mes de junio cuando se comenzará ese segundo objetivo, que tendrá una duración de año y medio.
Durante este tiempo a los alumnos se les hará un contrato de trabajo en prácticas por parte del ayuntamiento y su trabajo consistirá en la construcción de cinco naves industriales y una zona de despachos comunes. Una vez finalizadas, el ayuntamiento ofertará esas naves a nuevos emprendedores a precios más bajos y más ventajosos.
Actualmente se están impartiendo dos módulos de albañilería, uno de carpintería metálica y otro de carpintería de madera. En cuanto al personal la escuela cuenta con monitores especializados además de un profesor de educación compensatoria y un coordinador de talleres.
Los alumnos, chicos y chicas de entre 16 y 25 años y que se encontraban en situación de desempleo, fueron seleccionados a través de un proceso llevado a cabo por el ayuntamiento y la dirección provincial del INEM. Reciben su formación en un horario mañana (de 8:00 a 15:00 horas), siete horas que se reparten de la siguiente manera: una de educación compensatoria, otra de formación teórica y las cinco restantes son de prácticas en el taller con los monitores. En estos momentos todavía hay ocho plazas libres para un módulo de albañilería.