Aviso sobre publicidad presuntamente engañosa relacionada con teléfonos de tarificación adicional (807)
En los últimos meses se vienen recibiendo denuncias de personas que en sus propias casas son víctimas de estafa a través de la línea telefónica.
Utilizando diversos engaños, los delincuentes consiguen que las víctimas, sin salir de casa, llamen a un teléfono que empieza por 807. Les atienden personas de una amabilidad extrema, generalmente mujeres, perfectamente adiestradas para hacer que la conversación se alargue lo más posible y suba así el coste de la llamada de la que obtienen el beneficio. El precio medio de una de estas llamadas oscila los cincuenta euros.
Para que los confiados ciudadanos llamen a esos teléfonos, los presuntos estafadores recurren a los más variados engaños:
1. Comunicación de un premio. Llaman a los abonados que figuran en la guía telefónica, a través de teleoperadoras que se presentan como empleadas de Telefónica o de otra empresa solvente, y comunican a los titulares que les ha correspondido un premio o cualquier otra ventaja económica, dándoles un número de teléfono que empieza por 807, al que han de llamar y aportar los datos necesarios para formalizar y recibir el dinero, regalo o ventaja anunciados. Si la víctima ‘pica’ y llama habrán conseguido su objetivo. En algunos casos, envían una tarjeta cuya activación requiere otra llamada más a esos números.
2. Aviso de un paquete. De igual forma, haciéndose pasar funcionarios de correos o por empleados de una agencia de envíos, avisan de que tienen un paquete pendiente de entrega y dan un número de teléfono 807, para que llamen y aporten los datos necesarios para recibir el envío.
3. Comunicación de un accidente o desgracia familiar. También, en este caso darán un teléfono para recibir más datos sobre el asunto. Si sus primeros números son el 807, habrá que pensar que pudiera tratarse de un ‘timo’.
4. Anuncios en prensa. Generalmente ofertando empleos inexistentes. En algunos casos conciertan entrevistas por teléfono, siempre a través de esos números 807 que alargan durante el mayor tiempo posible para aumentar el coste al máximo. En los casos conocidos, que han tomado los datos de anuncios publicados en la prensa de esta provincia, el precio ha superado los 80 euros.
5. Concursos en algunas cadenas de televisión que, por métodos manifiestamente engañosos, incitan a que se llame para dar una respuesta sumamente fácil y dejan la llamada en espera mientras atienden a otros supuestos comunicantes que, a juzgar por lo absurdo y disparatado de sus respuestas, no pueden ser más que cómplices del fraudulento negocio.
El Cuerpo Nacional de Policía ha culminado distintos servicios con la desarticulación de estos grupos de delincuentes, que obtienen beneficios millonarios con esta modalidad de estafa, pero, constantemente, aparecen nuevos grupos que aprovechando la facilidad del procedimiento y la confianza y desinformación de los ciudadanos continúan las defraudaciones.
Señalar, finalmente, que los servicios telefónicos de tarificación adicional son legales, contratados y utilizados por profesionales o empresas que cobran sus servicios a través de la factura telefónica.
La infracción penal, por tanto, no parte de su simple contratación o utilización, sino del medio engañoso empleado para incitar a los consumidores a marcarlos y mantener la llamada el mayor tiempo posible.
Utilizando diversos engaños, los delincuentes consiguen que las víctimas, sin salir de casa, llamen a un teléfono que empieza por 807. Les atienden personas de una amabilidad extrema, generalmente mujeres, perfectamente adiestradas para hacer que la conversación se alargue lo más posible y suba así el coste de la llamada de la que obtienen el beneficio. El precio medio de una de estas llamadas oscila los cincuenta euros.
Para que los confiados ciudadanos llamen a esos teléfonos, los presuntos estafadores recurren a los más variados engaños:
1. Comunicación de un premio. Llaman a los abonados que figuran en la guía telefónica, a través de teleoperadoras que se presentan como empleadas de Telefónica o de otra empresa solvente, y comunican a los titulares que les ha correspondido un premio o cualquier otra ventaja económica, dándoles un número de teléfono que empieza por 807, al que han de llamar y aportar los datos necesarios para formalizar y recibir el dinero, regalo o ventaja anunciados. Si la víctima ‘pica’ y llama habrán conseguido su objetivo. En algunos casos, envían una tarjeta cuya activación requiere otra llamada más a esos números.
2. Aviso de un paquete. De igual forma, haciéndose pasar funcionarios de correos o por empleados de una agencia de envíos, avisan de que tienen un paquete pendiente de entrega y dan un número de teléfono 807, para que llamen y aporten los datos necesarios para recibir el envío.
3. Comunicación de un accidente o desgracia familiar. También, en este caso darán un teléfono para recibir más datos sobre el asunto. Si sus primeros números son el 807, habrá que pensar que pudiera tratarse de un ‘timo’.
4. Anuncios en prensa. Generalmente ofertando empleos inexistentes. En algunos casos conciertan entrevistas por teléfono, siempre a través de esos números 807 que alargan durante el mayor tiempo posible para aumentar el coste al máximo. En los casos conocidos, que han tomado los datos de anuncios publicados en la prensa de esta provincia, el precio ha superado los 80 euros.
5. Concursos en algunas cadenas de televisión que, por métodos manifiestamente engañosos, incitan a que se llame para dar una respuesta sumamente fácil y dejan la llamada en espera mientras atienden a otros supuestos comunicantes que, a juzgar por lo absurdo y disparatado de sus respuestas, no pueden ser más que cómplices del fraudulento negocio.
El Cuerpo Nacional de Policía ha culminado distintos servicios con la desarticulación de estos grupos de delincuentes, que obtienen beneficios millonarios con esta modalidad de estafa, pero, constantemente, aparecen nuevos grupos que aprovechando la facilidad del procedimiento y la confianza y desinformación de los ciudadanos continúan las defraudaciones.
Señalar, finalmente, que los servicios telefónicos de tarificación adicional son legales, contratados y utilizados por profesionales o empresas que cobran sus servicios a través de la factura telefónica.
La infracción penal, por tanto, no parte de su simple contratación o utilización, sino del medio engañoso empleado para incitar a los consumidores a marcarlos y mantener la llamada el mayor tiempo posible.
