La revisión del botiquín, una práctica sanitaria cada vez más importante
La revisión periódica del botiquín doméstico se afianza cada día más como una práctica habitual entre los ciudadanos y cobra una gran importancia por los beneficios sanitarios que este hábito conlleva, ya que con él se evitan los múltiples accidentes que se producen en el hogar por el consumo inadecuado de medicamentos sobrantes de anteriores tratamientos médicos, o bien porque se encuentran en mal estado de conservación o están caducados.
A la hora de revisar el botiquín doméstico, los medicamentos caducados siguen siendo los que principalmente se retiran, aunque ha aumentado el porcentaje de quienes afirman retirar también aquellos que en su momento fueron guardados sin su caja y prospecto y ya no se recuerda para qué fueron prescritos.
Seis de cada diez personas que acuden habitualmente a la farmacia han depositado, durante el último año, envases y restos de medicamentos en el contenedor blanco o Punto SIGRE existente en todas las farmacias españolas. De estos, uno de cada tres utiliza el Punto SIGRE para desprenderse de los envases y los restos de medicamentos si le ha sobrado medicación a la finalización de un tratamiento, con el consiguiente beneficio sanitario y medioambiental que esta acción comporta.
Por el contrario, a la finalización de un tratamiento médico si sobran medicamentos, el 54 por ciento de los ciudadanos los guarda en su botiquín doméstico, incluso hasta después de su fecha de caducidad, con el consiguiente riesgo para la salud de los miembros de la familia si son usados incorrectamente.
Estos y otros datos se recogen en el último estudio realizado a nivel nacional por SIGRE, en el que se ha prestado una especial atención a las amas de casa, familias con hijos pequeños, enfermos crónicos y personas mayores.
A pesar de que la mitad de los encuestados afirma guardar los restos de medicamentos cuando finaliza un tratamiento, en este último año se ha producido un notable aumento del porcentaje de ciudadanos que considera que automedicarse con los restos sobrantes de anteriores tratamientos médicos guardados en el hogar puede ser perjudicial para su salud, pasando del 71 por ciento, en 2006, al 82 por ciento, en 2007.
Para Juan Carlos Mampaso, Director General de SIGRE, "el ciudadano se ha de concienciar de que el uso responsable del medicamento no sólo conlleva, entre otras cosas, finalizar los tratamientos que se le han prescrito, sino también deshacerse correctamente de los restos de medicación que le hayan podido sobrar. En esta labor de concienciación, la colaboración activa y conjunta de médicos, farmacéuticos, personal sanitario y autoridades sanitarias no sólo es necesaria sino una pieza clave para alcanzar el objetivo".
Respecto al lugar en el que se suelen guardar los medicamentos en el hogar, el cuarto de baño, en un 40 por ciento de los casos, y la cocina, en un 25 por ciento de ellos, son los sitios más habituales utilizados por los ciudadanos. Es importante advertir de que estas estancias no son las idóneas para conservar en perfecto estado los medicamentos ya que en ellas se producen a menudo cambios bruscos de temperatura y humedad.
Asesoramiento
El estudio muestra que la población española demanda cada vez más asesoramiento sobre qué tener y no tener en el botiquín doméstico. El porcentaje de ciudadanos que ha solicitado información sobre este tema, alguna vez, ha pasado en un solo año del 14 al 29 por ciento.
En estos casos el médico es la principal fuente de consulta a la que el ciudadano recurre, en un 52 por ciento de las ocasiones. Por su parte, el farmacéutico se sitúa como segunda fuente de información en 3 de cada 10 ocasiones.
Fuente información SIGRE.
A la hora de revisar el botiquín doméstico, los medicamentos caducados siguen siendo los que principalmente se retiran, aunque ha aumentado el porcentaje de quienes afirman retirar también aquellos que en su momento fueron guardados sin su caja y prospecto y ya no se recuerda para qué fueron prescritos.
Seis de cada diez personas que acuden habitualmente a la farmacia han depositado, durante el último año, envases y restos de medicamentos en el contenedor blanco o Punto SIGRE existente en todas las farmacias españolas. De estos, uno de cada tres utiliza el Punto SIGRE para desprenderse de los envases y los restos de medicamentos si le ha sobrado medicación a la finalización de un tratamiento, con el consiguiente beneficio sanitario y medioambiental que esta acción comporta.
Por el contrario, a la finalización de un tratamiento médico si sobran medicamentos, el 54 por ciento de los ciudadanos los guarda en su botiquín doméstico, incluso hasta después de su fecha de caducidad, con el consiguiente riesgo para la salud de los miembros de la familia si son usados incorrectamente.
Estos y otros datos se recogen en el último estudio realizado a nivel nacional por SIGRE, en el que se ha prestado una especial atención a las amas de casa, familias con hijos pequeños, enfermos crónicos y personas mayores.
A pesar de que la mitad de los encuestados afirma guardar los restos de medicamentos cuando finaliza un tratamiento, en este último año se ha producido un notable aumento del porcentaje de ciudadanos que considera que automedicarse con los restos sobrantes de anteriores tratamientos médicos guardados en el hogar puede ser perjudicial para su salud, pasando del 71 por ciento, en 2006, al 82 por ciento, en 2007.
Para Juan Carlos Mampaso, Director General de SIGRE, "el ciudadano se ha de concienciar de que el uso responsable del medicamento no sólo conlleva, entre otras cosas, finalizar los tratamientos que se le han prescrito, sino también deshacerse correctamente de los restos de medicación que le hayan podido sobrar. En esta labor de concienciación, la colaboración activa y conjunta de médicos, farmacéuticos, personal sanitario y autoridades sanitarias no sólo es necesaria sino una pieza clave para alcanzar el objetivo".
Respecto al lugar en el que se suelen guardar los medicamentos en el hogar, el cuarto de baño, en un 40 por ciento de los casos, y la cocina, en un 25 por ciento de ellos, son los sitios más habituales utilizados por los ciudadanos. Es importante advertir de que estas estancias no son las idóneas para conservar en perfecto estado los medicamentos ya que en ellas se producen a menudo cambios bruscos de temperatura y humedad.
Asesoramiento
El estudio muestra que la población española demanda cada vez más asesoramiento sobre qué tener y no tener en el botiquín doméstico. El porcentaje de ciudadanos que ha solicitado información sobre este tema, alguna vez, ha pasado en un solo año del 14 al 29 por ciento.
En estos casos el médico es la principal fuente de consulta a la que el ciudadano recurre, en un 52 por ciento de las ocasiones. Por su parte, el farmacéutico se sitúa como segunda fuente de información en 3 de cada 10 ocasiones.
Fuente información SIGRE.