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Información sobre calidad del producto, precauciones, devoluciones o desacuerdos.

Recomendaciones de la Omic de Miguelturra para las rebajas de verano.

Manoli Martín de Lucía, responsable de la Oficina de Información al Consumidor del Ayuntamiento de Miguelturra (OMIC), ha informado sobre algunas de las recomendaciones básicas en periodo de rebajas, "consejos que viene bien recordar aunque los conozcamos de otros años".

Así, la temporada de rebajas, que en nuestra comunidad comenzó el pasado 1 de julio, se prolongará hasta el día 30 de septiembre, aunque la duración de las mismas en cada establecimiento será como mínimo de una semana y como máximo de dos meses.

En primer lugar, Martín de Lucía, recuerda que los productos que se venden en estos meses en rebajas, deben ser los mismos que han estado a la venta en los meses precedentes. Por ello en el etiquetado tienen que figurar tanto el precio anterior como el rebajado o el porcentaje de rebaja que se ofrezca.

CALIDAD.-

Respecto a la calidad la técnico municipal indica que, la modalidad comercial de las rebajas puede coincidir con otras, esencialmente diferentes, como son los saldos, en los que se ofrecen productos que por antiguos o deteriorados se venden a menor precio, o las liquidaciones, en las que se venden todas las existencias a bajo precio por razones excepcionales, como cierre del negocio o cambio de actividad, por ejemplo. En todo caso, cada modalidad de venta debe estar claramente diferenciada para no inducir a engaño al consumidor.

Además del precio, en el etiquetado de los productos hay otros datos, no menos importantes para el consumidor, como sus características, composición, descripciones técnicas e instrucciones de uso.

PRECAUCIONES.-

Lo que siempre hay que tener en cuenta es que, si lo que aparece rebajado son pequeños electrodomésticos, una precaución elemental es verificar que todavía se fabrican. De lo contrario, pueden surgir problemas a la hora de encontrar repuestos.
El plazo de garantía legal en caso de bienes de carácter duradero es de dos años, contados a partir del momento en que el consumidor recibe el producto.
Una precaución obligada para evitar problemas posteriores es examinar bien el objeto de la compra antes de pagarlo, y tener en cuenta que el vendedor está obligado a cambiarlo cuando presente algún defecto. El etiquetado y las instrucciones de uso deben ser completas y estar redactadas en castellano.

DEVOLUCIONES.-

Manoli Martín de Lucía indica que en el caso de las devoluciones si el producto está en perfectas condiciones, el comerciante no está obligado a devolver el dinero si se cambia de opinión después de salir del establecimiento. Por ello, es importante consultar al comerciante si admite devoluciones y en caso afirmativo, si la compensación se haría con la sustitución por otro producto, con la entrega de un vale de compra o con la devolución del dinero.

DESACUERDOS.-

En última instancia, indica la responsable de consumo en Miguelturra, los establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, fáciles de reconocer por el logotipo que exhiben, son los más aconsejables para efectuar las compras. El sometimiento del comerciante a este sistema de arbitraje garantiza al consumidor una solución rápida y gratuita ante cualquier problema o diferencias que pudieran plantearse.

Si el establecimiento donde se compra no está adherido a dicho sistema y surge cualquier problema, la reclamación puede presentarse ante cualquier organismo de consumo, como las Oficinas de Información al Consumidor de los Ayuntamientos.

En cualquier caso, es imprescindible guardar los comprobantes de compra, las etiquetas y las garantías porque serán necesarias si hay que reclamar. Conviene recordar que lo que se ofrece en la publicidad es tan exigible como si formarse parte de un contrato.