Casi la mitad del alcohol que se consume proviene de la cerveza (44 por ciento), dividiéndose el resto entre vino (34 por ciento) y licores (23 por ciento).
Está demostrado que bebidas con un contenido igual o mayor a un 4 por ciento de alcohol (una cerveza está en torno al 4,5 por ciento) afectan a nuestro estado de alerta y concentración.