Plaza de España, 1

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Los nuevos códigos son el resultado de un estudio etnomusicológico basado fundamentalmente en las raíces folclóricas de este entorno.

Miguelturra estrena nueva sonorización en el reloj de la Villa

Los vecinos de las proximidades a la plaza, así como aquellos que se acercaban a la iglesia parroquial para asistir a la tradicional “misa del gallo” de Nochebuena, fueron los primeros en escuchar una sucesión de seleccionadas melodías de ambiente manchego interpretadas con sonido de campanas.

El Ayuntamiento local, presidido por Román Rivero, tomaba el acuerdo de aprobar una nueva sonorización de las señales horarias a emitir por el reloj municipal, que estuviera en consonancia con los particulares rasgos de identidad de la localidad. Para ello, el profesor Antonio Vallejo (del Departamento de Expresión Musical de la Universidad Complutense) ha realizado el oportuno estudio etnomusicológico a fin de bucear en las entrañas de nuestras raíces folklóricas y poder seleccionar con criterio las adecuadas melodías y códigos sonoros, que puedan resultar suficientemente representativos.
En concreto, se ha utilizado la siguiente selección de temas: para la señalización de los cuatro “cuartos” de hora se ha optado por la melodía de un antiguo “canto de zambomba”, por las posibilidades que presentaba su estructura (se trata de una melodía sobre la que se cantaban, antaño, desenfadas coplas, con el acompañamiento instrumental de zambomba, almirez o sonajas) y cuya emisión con campanas permite conocer con suficiente claridad si se trata del primer cuarto de hora, o bien de cada uno de los siguientes. La melodía completa se hace escuchar al final de cada hora, y va seguida de un número de tañidos, todos iguales, que se corresponde con la hora en concreto.

Finalmente, después de las campanadas horarias, se hace escuchar también otra tradicional melodía que se corresponde con la estructura de una popular jota que se cantaba en el lugar, y que frecuentemente iba unida a la vieja copla: “Miguelturra está en un llano/ el Santo Cristo está en medio/ y la virgen de la Estrella/ a las afueras del pueblo” (aunque ahora, debido a la eclosión demográfica de los últimos años, habría que cambiar el texto de la copla en honor a la verdad actual).

En localidades como Miguelturra, que tradicionalmente dependía en lo económico del sector primario, agrícola-ganadero, había determinados momentos del día que tenían un significado especial, y que se señalaban a toque de campana, marcando entre otras cosas el comienzo o final de los trabajos agrícolas, en la mañana o la tarde, y de una manera especial a las doce del medio día, momento este en que, además de interrumpirse el trabajo, se solía rezar una plegaria.

De acuerdo con esa vieja costumbre, en la nueva sonorización del reloj también se ha previsto, para cada medio día, la audición de un fragmento de la melodía de “la canción del Sembrador” popularizada en la Zarzuela “La Rosa del Azafrán”, composición musical en la que el maestro Guerrero supo dibujar ciertas facetas de la vida y el alma de los manchegos. La emisión de esta misma melodía se ha programado para ser escuchada también a las nueve de la mañana y ocho de la tarde.

El amplio y variado repertorio de música popular de tradición en esta localidad, permite que cada etapa o fase del año pueda encontrar su correspondencia con el particular cancionero popular, razón por la que para este tiempo de Navidad, y hasta el día de Reyes, a las diez, catorce, diecinueve y veintiuna horas se ha seleccionado la melodía de un antiguo villancico recogido también en la localidad, “Yo soy Vicentillo”. De esta manera el reloj municipal, a la vez que transmite información temporal u horaria, familiariza a las nuevas generaciones con las propias raíces culturales del lugar.

Según está previsto, el conjunto de todas estas melodías volverá a sonar para dar la bienvenida al nuevo año 2005, a las doce de la noche del próximo día treinta y uno. Además, tampoco podía dejar de oírse el discurso musical esa noche a la una, ya que como es tradicional, tras la celebración habitual y en familia, los miguelturreños se reúnen en la plaza del ayuntamiento, una hora mas tarde, para brindar conjuntamente, con sidra y pasteles, en buena unión.