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Medidas preventivas para control de legionella en los domicilios particulares

¿QUÉ ES LA LEGIONELOSIS?

La Legionella es una bacteria que provoca una enfermedad llamada legionelosis, que puede manifestarse como una neumonía que puede ser muy grave y que suele requerir hospitalización o como un cuadro gripal similar a la gripe,  de pronóstico más leve, además de cefaleas, diarrea o vómitos.

Esta enfermedad se presenta en forma de casos aislados o esporádicos y de brotes que afectan a la comunidad.

Se transmite con la inhalación de aerosoles provenientes de instalaciones como torres de refrigeración, aparatos de aire frio con agua, condensadores evaporativos, sistemas sanitarios de agua caliente y fría, spas, piscinas de hidromasaje e hidroterapia, fuentes ornamentales, chorros a presión, humectadores, pulverizadores, nebulizadores, riego por aspersión, tanto públicos como privados.

No se contagia de persona a persona, ni bebiendo agua contaminada por la bacteria.

Los servicios de Salud de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, realizan inspecciones periódicas de fuentes e instalaciones públicas, así como cualquier establecimiento o empresa tiene que acogerse a la normativa en la que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis,  Real Decreto 487/2022, de 22 de junio.

MEDIDAS PREVENTIVAS PARA CONTROL DE LEGIONELLA EN LOS DOMICILIOS PARTICULARES

En los domicilios particulares, aunque es más infrecuente que se produzca, es también conveniente tomar una serie de recomendaciones para prevenir esta enfermedad, como son:

  • En verano, principalmente se debe estar atentos a los equipos de aire acondicionado, y aparatos portátiles que enfrían con agua,  limpiando las bandejas y elementos de recogida de condensados.
  • Se recomienda evitar el uso de filtros y accesorios innecesarios en grifos y duchas de la vivienda, si existen deberá extremar su limpieza.
  • Utilizar difusores de gota gruesa sobre todo en duchas.
  • Purgar semanalmente aquellos grifos con poco uso, dejando correr el agua unos 5 minutos. Eliminar las incrustaciones de cal mediante la aplicación de productos adecuados.
  •  Al menos una vez al año se recomienda desmontar los difusores y/o filtros y desinfectarlos.
  • Si dispone de jacuzzis o bañeras de hidromasaje, limpiar y desinfectar después de cada uso.