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A las tres de la madrugada los relojes deberán atrasarse sesenta minutos.

Los relojes deberán atrasarse una hora el próximo domingo.

El invierno arranca el domingo a golpe de manilla. Ese día, a las tres de la madrugada, los relojes deberán atrasarse sesenta minutos poniendo fin al horario de verano, según ha anunciado el Instituto para Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

El cambio se realiza en aplicación de la Novena Directiva que rige el denominado Cambio de Hora, que entró en vigor el año pasado, y que afecta a todos los países miembros de la Unión Europea.

El Cambio de Hora empezó a generalizarse, aunque de modo desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunas naciones decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz solar y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva (ley europea) desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.

La norma europea establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la Hora de Verano (en el que se adelanta el reloj una hora) y su finalización (cuando, como ahora, el reloj se retrasa una hora), produciéndose el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente.

Según estimaciones del IDAE, el ahorro en iluminación en el sector doméstico debido al cambio de hora -durante los meses que este tiene efecto, de finales de marzo a finales de octubre-, puede representar en España un 5%, lo que supone más de seis euros por hogar y más de 60 millones de euros para el conjunto de ellos.

A ello habría que sumar, procedente del sector de comercio y servicios, un ahorro del 3% (más de seis millones de euros) en concepto de reducción de consumo de aire acondicionado.

Consejos para ahorrar energía

Independientemente del cambio de hora, el IDAE recomienda que todos los ciudadanos incrementen el ahorro energético ‘haciendo un uso inteligente de la iluminación’ con lo que puede llegar a ahorrarse en cada hogar ‘hasta 100 euros’, además de contribuir a la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.

El IDAE aconseja aprovechar la luz natural; apagar la luz al salir de una habitación; utilizar bombillas de bajo consumo o fluorescentes compactas y elegir la potencia adecuada; emplear iluminación localizada; decorar con colores claros; limpiar con regularidad las fuentes de luz; regular el flujo de las halógenas; instalar tubos fluorescentes en baños, cocinas, trasteros y garajes; y poner detectores de presencia en las zonas de paso.

Fuente www.elmundo.es