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El Pleno de la vergüenza: el alcalde se arrodilla ante las actitudes matonas de Dignidad Ciudadana

Desde Izquierda Unida–Podemos Miguelturra queremos denunciar públicamente lo ocurrido en el último Pleno municipal, un auténtico Pleno de la vergüenza que marca un antes y un después en la política de nuestro pueblo.

Pensábamos que el alcalde estaba secuestrado políticamente ante las actitudes matonas, provocativas y filofascistas de Dignidad Ciudadana. Pero la realidad es todavía más preocupante: las comparte y las aplaude.

Miguelturra no se merece un equipo de Gobierno tan bajo de nivel político y moral, que se dedica a provocar, amenazar y amparar comportamientos miserables, llegando incluso a plantear retirar la liberación de nuestro grupo municipal. Y todo ello, por haber dicho la verdad, cuando han sido ellos mismos quienes señalaron a un trabajador municipal delante de toda la plantilla, apoyados por el propio alcalde.

A esto hay que sumar que el Gobierno local ha reconocido problemas muy graves en el centro de día, como la climatización defectuosa o la rampa del minibús estropeada durante meses. Y la última noticia es aún más lamentable: el ascensor no funciona, impidiendo que muchos usuarios puedan acudir a realizar sus actividades. ¿Quién responde por estos fallos continuados?

Lo más doloroso es que, en esta legislatura, hemos dado ejemplo de responsabilidad apoyando la mayoría de las propuestas del Pleno, e incluso unos presupuestos, siempre poniendo por delante los intereses de Miguelturra. Por eso, lo ocurrido supone un antes y un después: rompe cualquier relación con el equipo de Gobierno y provocará que no votemos ni siquiera a favor de las actas.

La política de Dignidad Ciudadana es la política de la vergüenza. No solo por las actitudes de su concejal, sino también por la de sus “acólitos”, que se dedican a señalar a compañeros de cada partido, a provocar en tertulias, en redes y en cualquier espacio público, alimentando la crispación. Para ellos, cualquier ciudadano que se queje parece estar “a sueldo de la oposición”. Una actitud claramente intimidante, provocadora y de bajísimo nivel intelectual, impropia de quienes dicen defender la dignidad.

Frente a todo esto, en IU–Podemos nos colocamos esta reprobación como una medalla, porque significa que hacemos oposición, fiscalizamos al Gobierno y somos la voz de quienes no pueden hablar por miedo a represalias. Podrán quitarnos las liberaciones, las dietas, la palabra y lo que consideren, pero seguiremos siendo el grupo municipal que Miguelturra y sus vecinos y vecinas se merecen.

Lo más grotesco es que se las dan de herederos de Julio Anguita, cuando lo cierto es que Julio vomitaría escuchando las palabras y las formas de quienes hoy manosean su legado.

Desde IU–Podemos lo decimos alto y claro: ni nos van a intimidar, ni vamos a callar, ni vamos a dejar de denunciar las vergüenzas de un Gobierno que ha convertido al Pleno en un circo de provocaciones y amenazas. Miguelturra merece respeto, soluciones y dignidad, no este espectáculo bochornoso.


Fuente información e imagen IU-Podemos Miguelturra.