El Otro Mundo se expone en el Ayuntamiento.
Tras su paso por las dependencias del instituto de educación secundaria Campo de Calatrava, la exposición "El otro mundo" se muestra ahora en el salón de usos múltiples del Ayuntamiento de Miguelturra. Hasta el próximo 20 de agosto la "mirada distinta de lo cotidiano" (como en su día fue descrita por los organizadores) se podrá contemplar en horario de tarde, desde las 20,00 hasta las 22,00 horas (ampliándose el horario a las mañanas de los fines de semana, desde las 12,00 a las 14,00 horas): se trata de cerca de cien fotografías de objetos cotidianos vistos a través de un microscopio electrónico "de barrido".
Esta aventura de la ciencia, la tecnología y la divulgación científica y cultural ha sido posible gracias a la colaboración mantenida entre el Ayuntamiento de Miguelturra, a través del área de nuevas tecnologías, la consejería de ciencia y tecnología de la Junta de Comunidades, el centro de instrumentación científica, análisis y tecnología (CICAT) de la Universidad de Castilla la Mancha, y la Fundación Insula Barataria.
"El otro mundo" muestra casi cien fotografías, con distintas profundidades y ampliaciones, de objetos tan cotidianos como el pelo humano, el tejido de una toalla, un cepillo de dientes, un pantalón vaquero, el filtro de un cigarro, el ala de una mosca, etc, en 47 paneles (de los cuales 45 son fotográficos y otros dos informativos). La exposición, una vez acabada su estancia en Miguelturra, está previsto que recorra diferentes puntos de Castilla la Mancha (aunque el recorrido definitivo todavía no ha sido facilitado por los organizadores).
Fuentes de la concejalía de nuevas tecnologías del Ayuntamiento de Miguelturra mostraban su satisfacción ante el resultado obtenido por la exposición en su primera estancia en el Instituto Campo de Calatrava y por el interés que ha despertado en numerosos municipios en los que se podrá contemplar en los próximos meses.
El profesor Anselmo Acosta Echevarría, director del CICAT, definía que a través de la microscopia electrónica de barrido "pueden determinarse numerosas texturas que el ojo humano no puede percibir a simple vista, tal circunstancia constituye un aspecto de gran importancia en la investigación, dado el enorme potencial que implica, puesto que da a conocer nuevas propiedades o comportamientos de los materiales".
En uno de los paneles informativos de la exposición se explica el proceso que se ha seguido con cada uno de los objetos. El operador del microscopio electrónico de barrido del CICAT, Antonio Luna Perea, detalla los pasos desde la inicial desecación de las muestras hasta la obtención de su plasmación definitiva. A modo de conclusión expresa que "la microscopia electrónica de barrido es una de las técnicas más versátiles que existen en cuanto a la visualización y análisis de características microestructurales de la materia, debido a su elevada capacidad de resolución y a su profundidad de campo, que nos permite una visualización tridimensional".
No es la primera colaboración que se mantiene entre el área de nuevas tecnologías de Miguelturra y el Centro de Instrumentación Científica, Análisis y Tecnología de la Universidad de Castilla la Mancha, sino que recientemente se realizaba un análisis de la estructura de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en un reportaje que se mostraba en las páginas del segundo número de la revista "Miguelturra en Red".
Esta aventura de la ciencia, la tecnología y la divulgación científica y cultural ha sido posible gracias a la colaboración mantenida entre el Ayuntamiento de Miguelturra, a través del área de nuevas tecnologías, la consejería de ciencia y tecnología de la Junta de Comunidades, el centro de instrumentación científica, análisis y tecnología (CICAT) de la Universidad de Castilla la Mancha, y la Fundación Insula Barataria.
"El otro mundo" muestra casi cien fotografías, con distintas profundidades y ampliaciones, de objetos tan cotidianos como el pelo humano, el tejido de una toalla, un cepillo de dientes, un pantalón vaquero, el filtro de un cigarro, el ala de una mosca, etc, en 47 paneles (de los cuales 45 son fotográficos y otros dos informativos). La exposición, una vez acabada su estancia en Miguelturra, está previsto que recorra diferentes puntos de Castilla la Mancha (aunque el recorrido definitivo todavía no ha sido facilitado por los organizadores).
Fuentes de la concejalía de nuevas tecnologías del Ayuntamiento de Miguelturra mostraban su satisfacción ante el resultado obtenido por la exposición en su primera estancia en el Instituto Campo de Calatrava y por el interés que ha despertado en numerosos municipios en los que se podrá contemplar en los próximos meses.
El profesor Anselmo Acosta Echevarría, director del CICAT, definía que a través de la microscopia electrónica de barrido "pueden determinarse numerosas texturas que el ojo humano no puede percibir a simple vista, tal circunstancia constituye un aspecto de gran importancia en la investigación, dado el enorme potencial que implica, puesto que da a conocer nuevas propiedades o comportamientos de los materiales".
En uno de los paneles informativos de la exposición se explica el proceso que se ha seguido con cada uno de los objetos. El operador del microscopio electrónico de barrido del CICAT, Antonio Luna Perea, detalla los pasos desde la inicial desecación de las muestras hasta la obtención de su plasmación definitiva. A modo de conclusión expresa que "la microscopia electrónica de barrido es una de las técnicas más versátiles que existen en cuanto a la visualización y análisis de características microestructurales de la materia, debido a su elevada capacidad de resolución y a su profundidad de campo, que nos permite una visualización tridimensional".
No es la primera colaboración que se mantiene entre el área de nuevas tecnologías de Miguelturra y el Centro de Instrumentación Científica, Análisis y Tecnología de la Universidad de Castilla la Mancha, sino que recientemente se realizaba un análisis de la estructura de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en un reportaje que se mostraba en las páginas del segundo número de la revista "Miguelturra en Red".
