Los nuevos países europeos. Hungría. 5/10.

A continuación desarrollamos toda la información sobre este bello país, que recordamos, recientemente ha engrosado con otros 9 los nuevos países de la Unión Europea.


Geografía
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Hungría está situada en pleno centro de Europa, sin ningún kilómetro de costa. Limita al norte con Eslovaquia, al noreste con Ucrania, al este con Rumanía, al sur con Croacia y Serbia y Montenegro, al oeste con Austria y al suroeste con Eslovenia.

El Danubio, que sirve de frontera natural con Eslovaquia, cruza el país de norte a sur, como hace también el río Tisza. Esta circunstancia divide el territorio eminentemente llano de Hungría en tres zonas. Al oeste se encuentra el lago de mayor tamaño, el Balaton, y en la zona centro el pico más elevado, el Kekes (1.014 metros).


Historia
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La actual región del Transdanubio coincide en términos generales con el territorio de la provincia romana de Panonia. Con la caída del Imperio Romano, los hunos comandados por Atila conquistaron la cuenca del Danubio. A finales del siglo IX llegaron las tribus húngaras, los magiares, y se instalaron en la Cuenca de los Cárpatos, desde donde hicieron diversas incursiones por Europa.

En el año 1000, István I fue coronado primer rey de Hungría. Este rey creó el estado feudal y convirtió a sus súbditos al cristianismo. Posteriormente fue canonizado como San Esteban rey de Hungría.

En el siglo XIII los tártaros invadieron el país. Tras su retirada, Béla IV recuperó el trono, reconstruyó Hungría y mandó edificar numerosos castillos, entre ellos el de Buda. En el XIV subió al trono Segismundo de Luxemburgo quien, a partir de 1410, fue también emperador romano-germánico.

Matías I, el mayor monarca renacentista centroeuropeo, reinó de 1458 a 1490 e instauró una época de esplendor. Protegió e impulsó las artes, las letras y las ciencias y por su corte pasaron y dejaron su huella numerosas personalidades extranjeras. Creó un fuerte gobierno central con un ejército permanente, se hizo coronar rey de Checoslovaquia e invadió Viena.

Tras la victoria del sultán Solimán II, los turcos invadieron Hungría y su dominación duró hasta 1686. En ese año se reconquistó Buda y subió al trono la dinastía de los Habsburgo.

A lo largo de más de siglo y medio se sucedieron diversos intentos de independencia, pero fracasaron. En 1867 Hungría pasó a formar parte del imperio austro-húngaro. En este periodo nació Budapest -fruto de la unificación de Buda, Pest, Óbuda y la isla Margarita- y se construyeron numerosas e importantes obras que configuran gran parte del aspecto monumental de la ciudad.

Después de la revolución burguesa de 1918 y de una breve república, el país participó en la Primera Guerra Mundial y acabó perdiendo tres quintas partes de su territorio.

Durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes invadieron Hungría. En 1945 el ejército soviético entró en Budapest y, un año después, se proclamó la República Popular. En 1956 fracasó la rebelión antiestalinista y se abrió una etapa de represalias, ejecuciones y encarcelamientos que terminó en 1963 con la amnistía de gran parte de los presos políticos.

Bajo el largo gobierno de János Kádár se vivieron algunos periodos de crecimiento y una tímida apertura, el ´comunismo gulash´, lo que llevó a los húngaros a definir humorísticamente al país como «el barracón más alegre del campo comunista». El estancamiento económico, el deterioro del nivel de vida y la presión social obligaron a Kádár a dejar el poder en 1988. Dos años después tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas.

En la actualidad el país vive un proceso de consolidación de la democracia, de apertura al exterior y de desarrollo, a pesar de los problemas de empleo, los bajos salarios y el escaso poder adquisitivo de muchos húngaros. En ese panorama, el turismo empieza a desempeñar un papel importante, como motor de la reactivación económica y del paulatino acompasamiento a sus vecinos europeos.


Cultura
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Hungría ha dado a la cultura universal destacados músicos, literatos e inventores. La música, concretamente, ha jugado siempre un factor fundamental, sirviendo, junto a la lengua, como vehículo de cohesión nacional a través de los siglos.

La música popular magiar se basa en escalas de cinco sonidos y tiene instrumentos propios como el gardon y el címbalo. A la par, se desarrollaron danzas folclóricas cuya tradición aún se mantiene viva.

Entre los siglos XIX y XX surgieron los más destacados compositores húngaros: Franz Lizst, también reputado pianista, y Bela Bártok. El primer tercio del siglo XX fue la época dorada de la opereta, que dio fama mundial a Ferenc Lehár, autor de "La viuda alegre". Más recientemente han surgido personalidades como el compositor de música de películas Miklós Rózsa (autor de las bandas sonoras de filmes tan conocidos como "Quo Vadis", "Ben-Hur", "El Cid o "El loco del pelo rojo"), los directores de orquesta Antel Doráti o György Salti y los cantantes Eva Marton o Andrea Rost, que demuestran la buena salud musical húngara.

El húngaro es una lengua que sólo está conectada con el finlandés, junto con la que forma la rama ugro-finesa. "Gesta Hungarorum" , del siglo XII es el primer texto que recoge la tradición oral magiar, si bien en latín. En el barroco florece el género epistolar.

Ya en el siglo XIX el húngaro se convierte en lengua oficial, y surge la literatura moderna, con figuras como el poeta Sándor Petofi, el dramaturgo Mihály Vorosmarty o la baronesa Emmuska Orczy, autora del famoso relato "La pimpinela escarlata".

Ya en el siglo XX destacan Ferenc Molnar, el filósofo marxista Gyorgy Lukacs, Sandor Marai. Arthur Koestler o George Tabori. En el 2002, Imre Kertesz se convirtió en el primer Nobel de Literatura húngaro.

Hungría ha sido cuna de numerosos matemáticos, científicos e inventores, como Ladislao Biro, creador del muy empleado bolígrafo, o Dennis Gabor, inventor de la holografía. El famoso fotógrafo Robert Capa nació en Budapest en 1913.

Si hay algo que sorprenda al visitante extranjero acerca de la idiosincrasia húngara es su desmedido amor por los caballos. Mucha gente conserva y trata a estos cuadrúpedos como a uno más de la familia, mientras el sueño de muchos es poder adquirir uno. El equino ha estado muy unido al pueblo magiar desde que, a lomos de sus cabalgaduras, salieron de las estepas de Asia hacia Europa. Los regimientos de caballería húngara jugaron un importante papel en importantes guerras europeas desde la Edad Media.




Fiestas
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El programa de fiestas y acontecimientos de Hungría es muy amplio. Por todo el país hay una interesante programación de música, danza, teatro, circo y folclor de todas las épocas y estilos, generalmente en castillos, palacios y otros escenarios históricos. Además, juegos y festivales dedicados al mundo de los caballos y la hípica –una auténtica pasión en Hungría-, deportes y gastronomía. Esta es una selección orientativa:

En febrero tiene lugar el particular Carnaval o Busójárás en Mohács. Los ´busó´, con máscaras de madera pintadas de colores, desfilan por las calles con matracs y cencerros. En medio del jolgorio general, el ataúd del invierno se quema en una gran hoguera y se baila hasta la madrugada.

Budapest acoge en febrero el Festival de Cine y en marzo festeja la llegada de la primavera con dos semanas de eventos culturales de todo tipo.

En abril Hollókó, Patrimonio de la Humanidad, acoge su Festival de Pascua. Toda la aldea viste el traje típico y revive antiguas tradiciones. Otra localidad, Szentendre, celebra el junio su romería de Pentecostés, donde el ambiente de las antiguas romerías es revivido a través de titiriteros, actores, músicos y bailarines.

El 20 de agosto se festeja San Esteban, primer rey húngaro.


Clima
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El clima es continental, con primaveras lluviosas y suaves, veranos muy calurosos e inviernos largos, fríos y nublados. Sin embargo, de abril a septiembre se llega a tener 10 horas diarias de luz. Hungría tiene una temperatura media de 11º C. En enero nunca se superan los 4º C y en julio se alcanzan los 28º C.



Desplazamientos
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Al no existir vuelos domésticos, la mejor forma de moverse por el país es en autobús. Existe una extensa red de líneas de autocares que comunican económica y eficientemente las distintas regiones. Los autobuses de Volán parten desde Budapest con destino a todas las ciudades y centros turísticos. Para ir al oeste, hay que dirigirse a la estación de Népliget, para el este a Népstadion y para el Recodo del Danubio a Árpád Híd.

El ferrocarril cubre menos territorio, pero es también rápido y económico. Los trenes de Máv parten de las estaciones capitalinas de Keleti, Nyugati o Déli. De abril a septiembre es posible hacer viajes llenos de encanto a bordo de trenes históricos o de vapor con los interiores restaurados. Los recorridos de Máv Nosztalgia se limitan a la ribera del Danubio y del lago Balaton, duran de uno a tres días y pueden combinarse con cruceros fluviales.

Para que los desplazamientos por Hungría sean más económicos, lo más conveniente es solicitar la Hungary Card, una tarjeta válida por trece meses que proporciona descuentos hasta del 50% en transporte y del 5 al 35% en hoteles, pensiones y restaurantes. Se adquiere en oficinas de Tourinform, gasolineras, estaciones ferroviarias y agencias de viaje.

En los meses de verano, numerosos barcos surcan el Danubio y otros ríos y lagos destacados del país.

La red de carreteras es amplia y bien conservada. Se puede recorrer en vehículo propio (portando carné de conducir, póliza del seguro) o alquilarlo en alguna de las abundantes agencias.

Autobuses, tranvías, trolebuses y metro recorren Budapest de 4.30 de la madrugada a 23.00. Por la noche, quince autobuses y dos tranvías cubren las líneas más frecuentadas. También hay trenes de cercanías para acercarse a localidades próximas como Szentendre.

La Budapest Card permite un número ilimitado de desplazamientos y la oportunidad de visitar hasta 60 museos y atracciones con descuentos de hasta el 50%.

Los que opten por el taxi, deben recordar que éstos están identificados por una placa amarilla. Los taxistas de la capital tienen fama de timadores. Solicítelos por teléfono, no los coja por la calle, y fíjese que le cobran la tarifa correspondiente.


Gastronomía
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La cocina tradicional húngara destaca por su contundencia y sus fuertes sabores, basados en el pimentón, el ajo y especias como perejil, laurel, azafrán o jengibre.

El pimentón acompaña numerosos platos de carne o pescado, como el célebre goulash (carne con verduras). Las sopas, como la jokai bableves (de alubias) o la halázslé (de pescado) son muy populares. Los pescados son de agua dulce (esturiones, lucios, siluros).

Las comidas suelen acompañarse de pogácsa (bollitos de harina o patata) o galuska (albóndigas). Las ensaladas llevan pepinos, col macerada, pimientos y otras verduras.

Los postres son especialmente elaborados. Los cafés imperiales ofrecen meriendas que incluyen palcsinta (crepes rellenos de requesón, avellanas o mermelada), pasteles de manzana, cerezas o nueces, dobos torte (bizcocho con caramelo), szonloi galuska (pastel con ron y chocolate líquido) o rigójancsi (hojaldre relleno con nata montada y chocolate).

El vino húngaro es de bastante calidad. Destacan los que se crían en Tokaj o el "Sangre de Toro". La cerveza es también buena, y no faltan los licores fuertes como el palínka.



Saludos
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No se necesita ninguna vacuna para entrar en el país. Las condiciones sanitarias son buenas.

La tarjeta sanitaria europea, en vigor desde el 1 de junio de 2004, permite a todos los ciudadanos de la Unión Europea recibir atención médica de urgencia durante los desplazamientos cortos en cualquier país miembro. En el caso de que haya que pagar por estos servicios, se tiene el derecho al reembolso de la cantidad correspondiente.


Seguridad
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Hungría es un país bastante seguro. No obstante, la Oficina de Turismo de Hungría da los siguientes consejos: conviene custodiar bien los documentos (pasaporte, permiso de conducir...) y el dinero. Es recomendable hacer una fotocopia de los documentos y llevarla en lugar distinto a donde se tiene el original.

En Budapest son frecuentes los hurtos de dinero y documentación por carteristas que trabajan generalmente en las zonas más concurridas y en los transportes públicos urbanos.

Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, hasta hace poco se han producido varias denuncias por intentos de cobrar facturas abusivas en hoteles y restaurantes de la capital y, en algunos casos, con amenazas. Estos casos ya han disminuido, pero en caso de ocurrir algo parecido debe ponerse rápidamente en conocimiento de la embajada y de las autoridades del país. Antes de entrar se deben observar los precios y si no están expuestos, preguntarlo -además de revisar la factura-.

Mucho cuidado con los coches, ya que aquellos con matrícula extranjera -especialmente de marcas alemanas-, son los preferidos por las bandas de ladrones. Nunca se deben dejar aparcados en lugares sin vigilancia ni con objetos a la vista. En caso de robo debe presentarse una denuncia en la policía y comunicarlo en la Embajada.

En Budapest deben evitarse ciertas zonas, como las calles cercanas a la Estación Este («Keleti Pályaudvár»), en el distrito VII; la plaza Garay -y sus alrededores-, y los distritos VIII y IX -principalmente las zonas del «mercado chino» y de la terminal del metro-. También hay que tomar ciertas precauciones en las estaciones de ferrocarril -y alrededores- y en los distritos IX y XXI (Isla de Csepel).


Compras
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Hay muchas opciones interesantes para llevarse a casa: objetos de artesanía popular, bordados de Kalocsa o bordados «matyó», cerámica negra de Nádudvar, esculturas de madera, potes con barniz, jarros de cerámica Miska, telas de Sárköz, porcelana de calidad («Zsolnay», «Hollóházi» y «Herend»), objetos de cristal, salchichón, paté de hígado de oca, páprika, bombones, vino y aguardiente de albaricoque que se llama barackpálinka.

En Budapest la zona más comercial está en el centro de Pest, en las tiendas de la calle Váci Utca y en los mercadillos al aire libre de las calles Ecseri, Vámház tér (Mercado Central), Bosnyák tér y Élmunkás tér.



Lugares
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Budapest.

Partida en dos por el Danubio, el principal río de Europa, Budapest surgida en 1873 por la unión de Buda, Pest y Óbuda, recoge en sus edificios, cafés y balnearios siglos de historia. Un pasado que va desde las tribus magiares a la suntuosa época del Imperio Austrohúngaro, circunstancia que le ha valido ser declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987.

Sobre las colinas de Buda, al oeste del Danubio, se yergue la estampa del Palacio Real. Para acceder se pueden subir a pie la larga escalera o tomar un funicular. Construido en la Edad Media, las sucesivas reformas lo convierten en una galería de estilos arquitectónicos. Alberga el Museo de Historia de Budapest, con objetos medievales, y la Galería Nacional Húngara, con obras de arte góticas. En sus alrededores se encuentran la estatua de Turul, el águila mitológica magiar, los baños de Király, del siglo XVI, y el Barrio del Castillo, plagado de casas con hermosas fachadas medievales y barrocas perfectamente conservadas. Desde aquí se obtienen las mejores vistas de Pest.

Los amantes de la historia disfrutarán especialmente la visita a Óbuda, al norte de Buda. La zona vieja de la ciudad es rica en restos arqueológicos romanos o magiares, como el Anfiteatro Romano o las ruinas de la villa de Aquincum, del siglo I, cuya historia puede conocerse en el museo homónimo.

Cruzando alguno de los nueve puentes que atraviesan el Danubio (entre los que destaca el Puente de las Cadenas, del que se obtienen las mejores panorámicas urbanas) se llega a la zona este, la de la llana Pest. El distrito de los edificios ministeriales, dominados por el Parlamento, es el centro de la actividad financiera y comercial y donde se concentra el ocio.

La visita debe comenzar por el Belvarós o corazón histórico, atravesado por las avenidas Rákóczi y Andrássy, donde se encuentran edificios que dan fe del lujo del estilo Secesión, símbolo del poder de los Habsburgo. las iglesias, casas barrocas o art-decó y cafés se suceden en las calles céntricas.

Las visitas recomendadas son la Ópera Nacional, la Gran Sinagoga, la Academia de Música Franz Liszt o la sede de la Asociación Nacional de Ciegos. En la Plaza de los Héroes se alza el enorme Monumento del Milenio, que honra a los prohombres nacionales. Muy cerca, el Varósliget, el inmenso parque de la ciudad, se llena los días festivos con ciudadanos que pasean por sus calles arboladas o visitan su Zoo o su castillo.

Veszprém.
A dos horas de la capital se halla Veszprém, antigua residencia de las reinas húngaras repleta de riquezas arquitectónicas, en especial barrocas. Dominada por su castillo, pasear por su casco histórico hace que el viaje merezca la pena.

Pannonhalma.
En el noroeste de Hungría, en la Transdanubia, se halla este monasterio Patrimonio de la Humanidad fundado hace un milenio que ha conocido, a lo largo de su dilatada existencia, las distintas épocas históricas del país, cuyos vaivenes dejaron su huella en su arquitectura, mezcla de elementos románicos, góticos y turcos. En su interior alberga la mayor biblioteca privada del país, una colección de arte con obras de maestros barrocos. Fíjese en la inscripción "Benedicto Parady estuvo aquí en 1578". ES probablemente el graffiti más antiguo de Hungría.

Pécs.
Ubicada al suroeste de Hungría, Pécs es uno de los lugares más interesantes del país centroeuropeo. Su clima templado, su rico pasado, sus muestras de arte turco y su vida cultural atraen anualmente a numerosos turistas.

El símbolo de la ciudad es su Mezquita Turca, del siglo XVI, coronada con una cúpula octogonal. A pesar de estar consagrada al culto católico desde la expulsión de los otomanos, aún conserva muchos de sus elementos arquitectónicos y decorativos primigenios.

A su alrededor se halla el centro histórico, de forma oval y mayoritariamente peatonal. A lo largo de sus calles se encuentran la Sinagoga, la Galería de Arte Húngaro Moderno, la casa del escultor Ferenc Martyn, la colección arqueológica del Museo Régészeti y el Museo vasarely, que honra al padre del op-art.


Szentendre.
En uno de los meandros del Danubio, a pocos kilómetros de Budapest, se alza esta sencilla y cálida localidad cuyas coloridas casas y ssu abundantes museos la convierten en uno de los destinos más frecuentados. Construida por los serbios en el siglo XVI, las principales visitas son la Catedral, el Museo Kovácks Margit, de cerámica, o el Szabó, dedicado al sabroso mazapán. Los amantes del arte sabrán apreciar sus numerosas galerías y exposiciones.

Lago Balaton.
Este estrecho y alargado lago al oeste de Hungría es uno de los mayores de Europa. Pintorescos pueblos, localidades históricas, playas y hoteles salpican sus orillas. En verano se puede practicar la natación y la pesca o atravesarlo en crucero.

Los baños termales.
En Budapest hay una gran cultura de balnearios que se remonta a hace más de 2.000 años, cuando los romanos descubrieron el potencial de los numerosos manantiales subterráneos de Hungría, ricos en minerales con propiedades curativas.

Estas aguas termales han propiciado que durante siglos se erigieran balnearios y baños termales que suponen uno de los mayores atractivos del país.

Los más importantes son los del Hotel Gellért, de Budapest, en cuya piscina cubierta se rodó un conocido anuncio de una marca de yogur, el Hotel Termal Danubio (que forma parte de un gran complejo hotelero), los baños de Rudas de cuyos ocho manantiales brota agua a 42 grados, el de Rac, cuyas aguas ricas en radio están indicadas para las enfermedades artríticas degenerativas, el de Héviz, dentro de un lago termal, o el balneario-cueva de Miskolctapolca.


Visegrád.
Una de las perlas de los meandros del Danubio, la ciudad natal de Liszt cuenta con muchos lugares para visitar, como la Fortaleza Alta, que construyeron los romanos y luego los eslavos. También está la Torre de Salomón, de estilo gótico, que formaba parte de la fortaleza que protegía todas las colinas del valle del Danubio, El Palacio Real, en el que se instaló el rey Carlos I, la Ciudadela construida de 1245 a 1255 por María Lascaris, esposa de Bela IV, para servir de refugio a monjas y huérfanos si se producía un nuevo ataque de los tártaros, y la Fuente de los Leones, sostenida por cinco leones tumbados y en cuyo techo se ve incompleto el año en que fue construida -probablemente 1473-.

Palacios.
Hungría tiene muchos palacios, Algunos son museos y otros se pueden alquilar como villas de vacaciones. Los más monumentales que se pueden visitar son el palacio de Esterházy, el «Versalles húngaro», en Fertod; el palacio Festetics, en Keszthely -a orillas del lago Balaton-; y el palacio barroco Grassalkovich, en Godolló, residencia del emperador Francisco José y lugar preferido de Sissi.

Eger.
Aunque algo alejada de Budapest, Eger, situada al noreste, bien merece una visita. Está flanqueada por bellas cordilleras que contribuyen a crear un microclima ideal para el cultivo de la vid. No en vano es la cuna del popular ´Sangre de Toro´. Además de albergar un amplio abanico de joyas arquitectónicas.

Según la leyenda, fueron sus mujeres las responsables de la victoria de las tropas locales frente al numeroso ejército turco que asediaba la ciudad, participando activamente en la lucha y manchando las ropas y barbas de los hombres con el rojo vino local, dándoles un fiero aspecto.

Hollokó.
A 100 kilómetros de Budapest, se encuentra este pueblo que ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.


Deportes
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Caza
Hungría es un paraíso para la caza mayor. Estas son las principales especies y sus temporadas: ciervo y muflón (del 1 de septiembre al 31 de enero); corzo (1 de mayo a 31 de septiembre); gamo (1 de octubre a 31 de enero); jabalí (todo el año). También hay interesantes ojeos de faisanes (1 de octubre a 31 de enero). Se debe efectuar la solicitud por lo menos con cuatro o cinco meses de antelación y dirigirse a agencias de viaje especializadas en organizar jornadas de caza.

Pesca
Hay más de 50 especies diferentes de peces, las más apreciadas son el lucio-perca y el siluro. Las mejores aguas son las de los lagos Balaton y Valence, las ramificaciones del Danubio, en Soroskár y Tass, los alrededores de Györ, Asványráró y las zonas de Baja y Mohács. Se necesita licencia para la pesca con anzuelo que se puede obtener en la Asociación de Pescadores.

Equitación
Está a la orden del día y se puede practicar en casi todo el país, así como excursiones a caballo.

Deportes náuticos
Puede practicarse la vela, el windsurf y el esquí acuático en los lagos. Así como, el descenso en canoa en el Tisza y otros ríos.

Fútbol
Es una de las grandes pasiones populares en un país que ha dado grandes jugadores internacionales como Férenc Puskas y Laszlo Kubala y, más recientemente Krisztián Lisztes, y el portero Gábor Király.

Además, Hungría es un buen lugar para practicar otros deportes como el senderismo, la bicicleta y la espeleología.



Libros
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Literatura.
Dentro de la literatura húngara destacan "La pimpinela escarlata", obra de la baronesa Emmuska Orczy, "Las muchachas de la calle Pál"; de Ferenc Molnar, "Divorcio en Buda" o "El último encuentro", de Marai o "Reflexiones sobre la horca", de Koestler.

Del ganador del premio Nóbel de literatura en 2002, Imre Kertész, destacan obras como "Sin destino" (1975), "Yo, otro" (1997), "El fracaso" (1988), "Diario de la galera" (1992), y "Un instante de silencio en el paredón" (1998). En su última novela, "Liquidación" (2004) culmina su trilogía sobre Auschwitz, campo de concentración donde permaneció recluido

En cuanto a relatos de viajes destacan "El Danubio" de Claudio Magris, calificado por la crítica como el mejor libro de viajes de los últimos tiempos. (Editorial Anagrama, 2000), o "Estación Central", en el que Juana Salabert cuenta las experiencias de su viaje en tren por Viena, Praga y Budapest. (Colección ´Vive la vía´. Editorial Plaza & Janés, 1999).

Fernando Martínez Lainez hace una aproximación a las raíces de la cultura centroeuropea en "Viena, Praga y Budapest. El imperio enterrado". (Editorial Maeva 1999).

"Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría o el hada maldita" de Ángeles Caso, desmiente la versión edulcorada que nos ha dado el cine mostrándonos la verdadera cara de la famosa Sissi. (Editorial Planeta, 1995).

Guías.

"Praga y Budapest". Guías Fodor´s. EL País Aguilar. 2004
"Guiarama. Hungría", de Michael Ivory. Anaya Touring. 2001
"Budapest y Hungría. Gran Turismo". Salvat. 2000
"Hungría. Guía azul". Gaesa. 2000
"Budapest y Hungría. Guía Total", por Luis Bartolome. Anaya Touring. 2000
"Budapest". Guías Acento. 1999


Películas
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Hungría ha dado al cine, sobre todo al de Hollywood, destacadas figuras como los directores Michael Curtiz (director de "La carga de la brigada ligera" , "Robin de los bosques" o la mítica "Casablanca") y Alexander Korda ("La vida privada de Enrique VIII" o "Al servicio de las damas").

También eran húngaros dos famosos intérpretes de la edad dorada de la meca del cine: Peter Lorre y Bela Lugosi. El primero trabajó a las órdenes de Fritz Lang en "M, el vampiro de Düsseldorf", de John Huston en "El halcón maltés" o de su compatriota Curtiz en "Casablanca". De ascendencia magiar es también el popular intérprete Tony Curtis, famoso por su participación en filmes como "Espartaco" o "Con faldas y a lo loco".

El segundo es casi con total seguridad el conde Drácula más famoso de la historia. Tras encarnar al célebre chupasangres en "Drácula", de Tod Browning, se especializó en el personaje, hasta el punto de identificarse peligrosamente con él. Sus últimos días están perfectamente reflejados en "Ed Wood" (1994; Tim Burton).

En la década de los sesenta y setenta despuntaron figuras como Miklós Jancsó o István Szabó, habituales de certámenes de cine como el festival de Cannes. El primero obtuvo el galardón al mejor director en Cannes por "Salmo rojo" (1971). Otros filmes suyos son "Los desesperados" (1965), "Electra" (1974) o "La pacifista" (1970).

El segundo obtuvo en 1981 el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por "Mefisto", basada en la novela homónima de Klaus Mann sobre un actor de éxito en plena ascensión del nazismo en Alemania. También es autor de "Cuentos de Budapest" (1976) o "Sunshine" (1999).

Entre las nuevas generaciones se encuentran György Pálfi, director de "Hukkle" (2002) o Belá Tarr, director de "Satantango" (1994).

El espadachín y poeta de gran nariz Cyrano de Bergerac se paseó por Budapest en gran parte del metraje de "Cyrano de Bergerac" (1990), éxito del cine francés dirigido por Jean-Paul Rappeneau. Las calles de la capital húngara también han servido de escenario para filmes de acción de dudosa calidad como "Mortal Kombat" (1995; Paul W.S Anderson) o "Underworld" (2003; Len Wiseman).

Un inmigrante húngaro con medio siglo de estancia en EEUU se ve acusado de ser autor de torturas durante la etapa comunista. Su hija, abogada, defenderá a su progenitor hasta que descubre su pasado oculto en "La caja de música" (1989), excelente película de Costa-Gavras.



Para informarse más a través de Internet
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Hungría posee abundantes recursos en Internet, destacando su página oficial de Turismo.

Para no perderse ningún evento de Budapest conviene echar un ojo a http://www.festivalcity.hu.



Agradecemos a http://www.elmundoviajes.com la colaboración por la información prestada, y más concretamente a Iratxe Rojo.



elmundoviajes.elmundo.es/elmundoviajes/index.html