Miguelturra ríe, otros lloran
El Miguelturreño confirmó lo que a principio de temporada se consideraba más que como una posibilidad palpable, como un sueño imposible de materializar. El equipo churriego selló su permanencia en Tercera en su primera campaña en categoría nacional y lo hizo de la mejor forma posible. Goleó, se lució y aprovechó que lo hacía en casa para agradecer a la afición el apoyo mostrado a lo largo de esta aventura primeriza que continuará.
Sin embargo, no le quedó más remedio que hacerlo ante un equipo de la provincia, que a su vez, ratificaba su descenso de categoría. Mientras el conjunto churriego festejaba la ‘heroicidad’, a La Solana no le quedaba otra salida que volver a casa con lágrimas en los ojos y los músculos encogidos por un esfuerzo sin gratificación.
El entrenador del equipo solanero, Casiano Alarcón, comentaba después la dificultad de plantar cara con una plantilla desconcentrada a la vez que desmotivada, no sólo por los siempre complejos asuntos económicos, sino también por una cuestión meramente anímica. Después de varias temporadas paseando por la cuerda floja, La Solana vuelve a Primera Autonómica con un total desconocimiento de su futuro ante la más que probable marcha de la actual junta directiva.
Así llegó La Solana, sin ideas, sin ganas y con muchas dudas. Y su enrevesado mundo interior asistió, como por efecto de un espejo, al encuentro de ayer. Mientras, el Miguelturreño tanteaba sus posibilidades, y cuando vio que éstas podían dar de sí, se creció y endosó el resultado más amplio de la temporada, un 4-0 que encadenaba al meritorio 1-4 en casa del Gimnástico de Alcázar.
Con seguridad. El Miguelturreño se presentó con ausencias respecto al once de gala, pero supo desequilibrar pronto un encuentro que durante los primeros minutos se preveía soso, típico de una final por la permanencia. Sin embargo, un rápido y desprevenido centro de Pedro lo remató Javi Robledo poniendo el 1-0 en el marcador.
La Solana debía entonces multiplicar su trabajo para igualar el partido, pero carecía de energía, y por qué no decirlo, también carecía de aptitudes. Lo intentó sobre todo en los últimos minutos de la primera parte y logró, al menos, acabar este periodo con una mínima desventaja.
Tras la reanudación, el Miguelturreño se dio cuenta de que debía solventar el partido cuanto antes, puesto que La Solana arremetía sin peligro, pero arremetía. Y en el momento clave, Javi Robledo marcó el segundo de su equipo y segundo propio tras una buena jugada de Jesús Cruz.
A partir de ahí, todo fue ambición churriega y pesadumbre amarilla. El Miguelturreño seguía creando ocasiones. Alberto intentó centrar desde lejos lo que finalmente acabaría convirtiéndose en gol, ya que a Javi Robledo le faltó un centímetro para llegar a rematar el que hubiese significado su tercer tanto.
Todavía hubo tiempo para que Juan Peñuela anotara el cuarto y para que Orozco se luciera parando un penalti que Pinto cometió sobre Naranjo y que éste mismo erró.
foto Cesar Martín . Texto VIRTUDES SÁNCHEZ / CIUDAD REAL
fuente información www.diariolatribuna.com
Sin embargo, no le quedó más remedio que hacerlo ante un equipo de la provincia, que a su vez, ratificaba su descenso de categoría. Mientras el conjunto churriego festejaba la ‘heroicidad’, a La Solana no le quedaba otra salida que volver a casa con lágrimas en los ojos y los músculos encogidos por un esfuerzo sin gratificación.
El entrenador del equipo solanero, Casiano Alarcón, comentaba después la dificultad de plantar cara con una plantilla desconcentrada a la vez que desmotivada, no sólo por los siempre complejos asuntos económicos, sino también por una cuestión meramente anímica. Después de varias temporadas paseando por la cuerda floja, La Solana vuelve a Primera Autonómica con un total desconocimiento de su futuro ante la más que probable marcha de la actual junta directiva.
Así llegó La Solana, sin ideas, sin ganas y con muchas dudas. Y su enrevesado mundo interior asistió, como por efecto de un espejo, al encuentro de ayer. Mientras, el Miguelturreño tanteaba sus posibilidades, y cuando vio que éstas podían dar de sí, se creció y endosó el resultado más amplio de la temporada, un 4-0 que encadenaba al meritorio 1-4 en casa del Gimnástico de Alcázar.
Con seguridad. El Miguelturreño se presentó con ausencias respecto al once de gala, pero supo desequilibrar pronto un encuentro que durante los primeros minutos se preveía soso, típico de una final por la permanencia. Sin embargo, un rápido y desprevenido centro de Pedro lo remató Javi Robledo poniendo el 1-0 en el marcador.
La Solana debía entonces multiplicar su trabajo para igualar el partido, pero carecía de energía, y por qué no decirlo, también carecía de aptitudes. Lo intentó sobre todo en los últimos minutos de la primera parte y logró, al menos, acabar este periodo con una mínima desventaja.
Tras la reanudación, el Miguelturreño se dio cuenta de que debía solventar el partido cuanto antes, puesto que La Solana arremetía sin peligro, pero arremetía. Y en el momento clave, Javi Robledo marcó el segundo de su equipo y segundo propio tras una buena jugada de Jesús Cruz.
A partir de ahí, todo fue ambición churriega y pesadumbre amarilla. El Miguelturreño seguía creando ocasiones. Alberto intentó centrar desde lejos lo que finalmente acabaría convirtiéndose en gol, ya que a Javi Robledo le faltó un centímetro para llegar a rematar el que hubiese significado su tercer tanto.
Todavía hubo tiempo para que Juan Peñuela anotara el cuarto y para que Orozco se luciera parando un penalti que Pinto cometió sobre Naranjo y que éste mismo erró.
foto Cesar Martín . Texto VIRTUDES SÁNCHEZ / CIUDAD REAL
fuente información www.diariolatribuna.com