Marcial González Rivero completa la UTMB 2019.
El viernes 30 de agosto, el ultra maratoniano miguelturreño, Marcial González, tomaba la salida de la UTMB a las 18:00 horas, después de aguantar, junto al resto de corredores y corredoras, más de 45 minutos de espera, bajo la lluvia de una inoportuna tormenta, que no sirvió para enfriar los ánimos de los participantes.
La Ultra Trail del Mont- Blanc no es una carrera cualquiera, está considerada por muchos la madre de todas las carreras, la cima del trail running mundial.
Esta carrera te da la posibilidad de vivir una autentica aventura de 172 killómetros y un desnivel positivo de más de 10.000 metros y otro tanto negativo, la mayor de las veces mucho peor, dando la vuelta al Mont-Blanc en menos de dos días y pasando por tres países como son Francia, Italia y Suiza, con salida y meta en la preciosa localidad de Chamonix.
El ambiente en la línea de salida es fantástico, con deportistas de más de 100 nacionalidades diferentes con un mismo objetivo, ser Finishers de la mejor carrera del mundo. Comienza la cuenta atrás y suena Conquest Of Paradise de Vangelis. Jamás en nuestra vida podremos escuchar esta canción sin acordarnos de este momento.
En los primero tramos miles de personas gritan por todas las calles de Chamonix, con un comienzo en llano, que recuerda las imágenes más populares del Tour de Francia. Pasados los primeros 8 kilómetros ya llegan las continuas subidas y bajadas, hasta completar los infernales 172 kilómetros, con un recorrido a la par bello y terriblemente duro, lo que testifica el hecho de que casi 1000 corredores y corredoras se vieron obligados a abandonar la carrera en algún punto del recorrido y eso que, para poder optar a esta carrera, todas las personas inscritas han debido superar al menos 3 ultra trail de más de 100 kilómetros y desniveles superiores a los 5000 metros.
El propio Marcial ya sufrió en sus carnes la dureza de esta carrera hace dos años, en la que participó junto a su inseparable amigo Santiago Martín Ruiz, cuando tuvieron que abandonar, en el km 93, ante el escaso margen de tiempo sobre los máximos previstos y la nula garantía de poder cubrir el resto de la distancia sin poner en peligro la propia salud. Y es que, a la dureza del recorrido se suma la exigencia de cumplir con los tiempos de corte intermedios, que eliminan automáticamente a aquellos que los superen, aunque solo sea por un segundo. Es, junto a la exigencia de material, otra garantía de seguridad vital para los propios corredores y corredoras.
En esta ocasión, el corredor churriego fue recortando tiempo y posiciones, llegando a mitad de carrera, Cormayeur (Italia) con más de 3 horas y media de margen, lo que ya aventuraba a un final feliz de la prueba.
Tras pasar dos noches completas sin dormir, sin más descanso que breves paradas en los avituallamientos, cargado con una mochila de más de 6 kilogramos de peso, llegó a Chamonix, sobre las 12 de la mañana del domingo, 1 de septiembre.
Ya solo quedaba disfrutar por sus calles y del ambiente especial que en ellas se respira. "Es indescriptible lo que allí se experimenta, una ciudad volcada, ánimos, gritos y golpes a las vallas publicitarias, que te hacen entrar completamente emocionado en la plaza del Triangle de l Amitié en Chamonix, siendo casi imposible que no broten las lágrimas de emoción cuando se pasó debajo del arco de meta más maravilloso del mundo".
Un sueño hecho realidad, ¡¡¡Finishers del UTMB tras 42 horas y 2 minutos de carrera!!!
Fuente información e imagen Marcial González Rivero.