"Judas" volvió a pasear por las calles de Miguelturra.
La tarde del Sábado Santo fue la escogida por un colectivo de personas, promovido por la Asociación de Jubilados y Pensionistas, para rescatar una de las tradiciones asociadas a la localidad durante los días de Semana Santa. Se trata de una particular ‘reconstrucción’ de los episodios de la Pasión de Cristo relacionados con el papel de Judas.
Convocados en las inmediaciones del Centro de Día, los participantes recorrieron desde allí algunas de las céntricas calles del municipio paseando al muñeco de "Judas" atado a una silla y bendiciéndolo burlonamente en las esquinas con una brocha de enjalbegar cargada de agua, además de manteándolo, entre cantos de Dómines.
El ahorcamiento final se producía en torno a las siete de la tarde en la calle Ave María, ante la presencia de numerosos vecinos que presenciaban con curiosidad las escenas. El investigados local Antonio Vallejo ha explicado que aunque originalmente estas "dramatizaciones teatrales" irían totalmente asociadas con la posición de los creyentes contra el apóstol que vendió a Jesús, "el tiempo fue con su cadencia transformando estos espectáculos justicieros, improvisados al margen de los ritos oficiales, y llenándolos de alegría cargada de creatividad popular".
Tradicionalmente, la caída de la tarde del Sábado Santo era el momento en que se procedía primero al ahorcamiento y después al desmembramiento del muñeco, hasta que lo que quedaba del Judas era difícil de adivinar. El ahorcamiento se realiza atando, por su mitad, una cuerda al cuello del Judas y pasando después cada extremo de ella por ventanas o balcones enfrentados en una calle. "El Judas que puesto así, quedaba colgado en medio de la vía, era subido y bajado con fuertes tirones de las puntas de la soga, hasta que roto caía al suelo y era destrozado por la chiquillería y el resto de asistentes".