IU-Ganemos insta al ayuntamiento de Miguelturra a establecer medidas contra las agresiones sexuales.
Ante la alarmante noticia sobre los cuatro detenidos por violación en el Carnaval en Miguelturra, IU-Ganemos insiste en la urgente necesidad de poner freno a las agresiones sexuales, invisibilizadas por la población en general como muestra irrefutable de la pervivencia del machismo más recalcitrante en nuestra sociedad.
Queremos señalar que éste es un problema que implica más de un millar de victimas anuales, que carece de protocolo específico al no aparecer dentro del marco legal de la violencia de género y que está experimentando un repunte en relación a otras décadas. Y queremos denunciar el silencio y la pasividad de las instituciones.
Tres violaciones diarias trascienden lo anecdótico. La presunta violación perpetrada por dos menores en nuestra localidad debería trascender los titulares en la prensa provincial, titulares que seguro convertirán en rumor desde el machismo más cruel que incluso culpará a la víctima, olvidando al agresor y a la cultura de
la violación que lo alimenta. Es el momento de dejar bien claro que en una agresión sexual el único culpable es el que agrede.
Arrastramos una sociedad centrada en analizar el comportamiento previo de la víctima, que insiste en poner el foco sobre horas y ambientes, y que no se alarma ante los datos que arrojan las investigaciones. Los últimos datos publicados del Instituto ADAVASYMT señala que más del 80 por ciento de los agresores son conocidos e incluso familiares de la víctima.
Por todo ello, instamos al equipo de gobierno a:
1. Que el Ayuntamiento de Miguelturra desarrolle una campaña integral contra las agresiones sexuales centrada en actividades de información y prevención dirigidas a la población adolescente del municipio. Gran parte de las agresiones sexuales suceden en ambientes festivos, por parte de su pareja, conocidos o amigos recientes. Como no existe sensibilización ni información, estas agresiones no son reconocidas como violencia y acaban siendo invisibilizadas y no se denuncian.
2. Garantizar a la víctima a través del Centro de la Mujer asistencia psicológica y jurídica, así como garantizar la formación específica de los servicios sociales y de seguridad ciudadana en torno a las agresiones sexuales.
