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El acto celebrado en la noche del sábado sirvió para todos como "final de fiesta" .

Fin de Fiesta de la Escuela Municipal de Música.

El acto celebrado en la noche del sábado sirvió para todos como "final de fiesta" con la protocolaria entrega de diplomas, a la que asistieron tanto el alcalde de la localidad, Román Rivero y la concejal de cultura, Mª Ángeles Trujillo, como alumnos y profesores. El acto, que también contó con la actuación de algunos de los alumnos más avanzados en instrumentos como guitarra, piano o clarinete, se cerró con la intervención de los componentes de la Coral Polifónica.

Durante la clausura, Román Rivero destacó el gran aliciente en el que se ha convertido por la calidad de su educación la Escuela para los amantes de la música en Miguelturra, por algunas circunstancias que lo demuestran como el significativo aumento en el número de alumnos o el hecho de contar en la actualidad con una profesora que en su día fue alumna. Por su parte, la concejal de cultura se dirigió a los asistentes para destacar la progresión experimentada por la joven Escuela en sus cinco años de existencia, en los que además del aumento en la demanda de su servicio se le ha dotado de unas nuevas instalaciones creadas específicamente para convertirse en la sede de la enseñanza musical en Miguelturra.

El director de la Escuela, Angel Ocaña, tuvo palabras de agradecimiento a los profesores por la implicación demostrada durante el curso y a los alumnos les animó a seguir trabajando para elevar todavía más el nivel alcanzado en estos años. La entrega de diplomas, con la colaboración de las autoridades locales, se realizó con la presencia de los profesores de cada uno de los instrumentos que se han impartido en la temporada. Está previsto que para el curso 2003-2004 se amplíe la oferta de la Escuela Municipal de Música.

El broche de la velada llegó con la actuación de la Coral Polifónica de la Escuela de Música de Miguelturra, que ofreció fragmentos de la banda sonora de la película "Sonrisas y Lágrimas", el "Ave Verum", de Mozart y una canción popular rusa, "Kalinka". Acompañados de un grupo instrumental (compuesto de flauta, oboe, clarinetes, saxofón, trompeta, fagot, trompa, trombón y tuba) interpretaron pasajes de conocidas zarzuelas como "El bateo" y "La Rosa del Azafrán".