Plaza de España, 1

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Anecdotario de la Maratón.

Dulcineas, paellas, sustos y despistes.

La X Maratón Popular de Castilla-La Mancha fue también rica en anécdotas, no en vano el aumento del número de participantes y de público en meta y salida deparó algunas jugosas, otras de disgusto, y algún que otro susto, que, por suerte, sólo quedó en eso.

Maldito cambio de hora!! ,es lo que no paraba de repetirse Atanasio Herrera, el corredor del Quinto Aliento ciudadrealeño que se presentó a las 10 horas en la línea de salida, creyendo que eran las 09.00. El cambio horario de invierno le pilló desprevenido.

El esforzado maratoniano y compañero de los medios de comunicación, por su trabajo en un diario provincial, se había preparado a conciencia, y todo hacía presagiar, a la vista de su buen resultado en la pasada media maratón de Torralba, que iba a llegar entre los veinte primeros. Al final, el reloj le jugó una mala pasada. Desde aquí, le damos ánimos confiando en contar con él para la XI edición.

Menudo susto… el que se llevó el ciclista Alberto Romero, madrileño de la organización, y acompañante de corredores. A la llegada a meta, se fue contra el público y el escenario del “speaker” (locutor) que comentaba la prueba, y, por fortuna, no le pasó nada, pero el susto, no hay quien se lo quite. ¿Acáso tenía tanta hambre que pretendía ir de bruces contra la paellera ubicada detrás del escenario?

Bellas dulcineas de la organización esperaban a los corredores desde las primeras luces del día en la salida de la prueba, haciéndose fotos con los corredores; y luego en la meta, colgándoles las medallas a los sufridos atletas con cariño y una gran sonrisa, que a más de uno le supo a gloria al llegar, y se sintió como El Quijote al ver a su sin par dama.

Tres paellas. La peña El Cangilón nos abrió el apetito de nuevo, porque empezó antes del mediodía a preparar sus grandes paellas para que corredores, público y organización repusieran fuerzas. El olor de sus guisos se extendió por todo el recinto, dando un ambiente festivo y bullanguero que animó a todos en meta.

De Hellín y de Finlandia. Quienes no necesitaban alicientes para estar animadas eran las chicas de Hellín, el grupo más bullanguero y animoso en meta. Los esforzados atletas llegaban y sus aplausos y gritos les resucitaban, en parte, después de más de 42 kilómetros en sus piernas. Y de Finlandia han venido varios corredores, entre ellos dos chicas Mirja Haverinen y María Sundman, que han participado. Para que no faltara de nada, se han traido hasta la bandera, para hacer patria en la tierra del Quijote (VER FOTO).

Benditos-as fisios y voluntarios.- El cariño lo ponían las Dulcineas y los voluntarios a la llegada, así como el grupo de Hellín, pero quien realmente los “resucitaban” eran los-as fisioterapeutas que les daban unos masajes reparadores… y además les encuestaban para saber cuál había sido su preparación, alimentación, etc, durante las semanas previas. O sea practicaban y cogían apuntes, ¡vaya alumnos más aplicados!!

Fuente Redacción Prensa Multimedia