Plaza de España, 1

  926 241 111

  9:00 a 14:00 horas. Lunes a viernes

Boleslao IV, rey de Polonia, traía colgada al pecho una medalla de oro en que estaba retratado su padre.

Costumbres populares: Las Medallas.

La costumbre entre piadosa y supersticiosa de llevarlas colgadas o en brazaletes, no es enteramente cristiana. Sila, dictador romano del siglo I antes de Cristo, llevaba al cuello la imagen en cera del dios Apolo. Más tarde, los normandos creían evitar el peligro y alejar la enfermedad colgándose a modo de talismán una imagen del dios Thor. Acaso deba verse como antecedente de su uso entre los cristianos primitivos el empleo de bulas a modo de medalla por los hijos de la nobleza romana hasta poco antes de vestir la toga: las bulas contenían amuletos, y eran objeto de regalo, premio y distinción a quienes destacaban o resultaban vencedores.

Sertorio, que pasó a España en el año 98 antes de Cristo como tribuno militar y pretor, las otorgaba a los españoles que distinguían en su servicio: "bulas áureas para los soldados hispanos de Huesca".

Es voz latina, de medialia = moneda menuda, acaso de metallum = metal, por ser el material del que se hacían, aunque no deba descartarse como etimología última el griego medon = emperador, por ser su efigie la que aparece principalmente en las monedas.

Al castellano debió llegar a través del italiano medaglia. El político y escribor murciano del siglo XVII, Diego de Saavedra y Fajardo emplea así el término, dando a entender que era uso protector: "Boleslao IV, rey de Polonia, traía colgada al pecho una medalla de oro en que estaba retratado su padre".