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Un total de 140 niños disfrutaron de una semana de fútbol, actividades y convivencia.

Concluyó el Campus de Fútbol de Miguelturra.

El nuevo estadio deportivo de Miguelturra se convirtió en la sede de la jornada final del Campus de Fútbol ‘Miguelturra 2004’. Los 133 niños y 7 niñas que desde el pasado 28 de junio participaban en la sexta edición de esta iniciativa que organiza el Patronato Municipal de Deportes, a través de la Escuela Municipal de Fútbol Base, disfrutaron con intensidad de los últimos minutos sobre el césped del nuevo estadio antes de la celebración del acto de despedida: deporte, buen humor, compañerismo y, sobre todo, un extraordinario vínculo de amistad creado en las horas de convivencia y trabajo se han convertido en las claves de la semana.

El protagonismo del niño y el halago de la labor que llevan a cabo los monitores fueron las ideas en las que coincidieron en sus palabras de clausura tanto el concejal de deportes del Ayuntamiento de Miguelturra, Agapito Arévalo, como el director del Campus, Ángel García. El responsable municipal, además, agradeció el esfuerzo de patrocinadores, participantes, monitores, equipo técnico y directivo para que esta nueva edición del Campus se halla podido completar con un nuevo éxito.

Por su parte, Ángel García, destacó ante los numerosos familiares presentes en el acto la respuesta de los niños participantes (nacidos entre 1990 y 1995) ante todas las actividades propuestas, incluido el desplazamiento hasta la ciudad del fútbol en Las Rozas, y se mostró orgulloso del plantel de monitores (entre los que incluso se encuentran jugadores de la primera división de la liga española de fútbol, como Diego y Nano Rivas) y de su actitud con los niños.

Los participantes del Campus de Fútbol de Miguelturra han sido los primeros en utilizar las nuevas infraestructuras deportivas. A lo largo de la semana los niños han podido practicar su deporte favorito en el campo de césped natural del estadio municipal y en el de césped artificial de las escuelas deportivas. La pretensión de los organizadores del Campus es que todos los grupos en los que se dividió a los niños rotaran en las sesiones de mañana y tarde por cada una de las instalaciones utilizadas.

Durante el acto de clausura no faltó el relato de algunas de las anécdotas protagonizadas por alumnos y monitores en estas jornadas de intensa convivencia. Formados por grupos de edades en los que han estado divididos en el Campus, los niños desfilaron para recoger los últimos regalos del evento deportivo que muchos de ellos, seguramente, volverán a vivir el próximo año. Al final, los familiares pudieron conversar con los organizadores y sus hijos en un aperitivo de convivencia en el que, una vez más, los niños y sus vivencias en esta semana se convirtieron en los principales protagonistas.