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Dentro de nuestra sección dedicada a las costumbres populares tan enraizadas en nuestra sociedad y cultura.

Coincidencias. Todo lo relacionado con este tipo de tema.

Si dos personas dicen una misma cosa a la vez sin habérselo propuesto deben apresurarse a salir al pasillo, a la ventana o la calle en la seguridad de que verán pasar a un cabrón (en el buen sentido de la palabra y que es el macho de la cabra); también se dice que en esos casos salía un alma del Purgatorio si se pensaba en la Virgen del Carmen y se le dedicaba una jaculatoria.

Se dice asimismo que si dos personas que no se conocen y que incluso no se habían visto nunca, bajan al mismo tiempo un medio de transporte y se dirigen a un mismo lugar, sus destinos son paralelos también en la vida, sobretodo si son del mismo sexo y parecida edad y condición; a este respecto cuenta el periodista Vicente Vega que habiéndole sucedido un caso de esa naturaleza tuvo ocasión de comprobarlo personalmente: preguntó a su sosias ocasional como se llamaba y ambos quedaron asombrados al constatar que también coincidían en el nombre y apellido, e incluso en la edad, con escasa diferencia de letras y meses.

Vicente Vega recoge en su diccionario de curiosidades (1971) la noticia de que cuando murió el político Emilio Cautelar, el 25 de mayo de 1889, fallecía al mismo tiempo otro señor que se llamaba exactamente igual, de físico parecido y nacido también en Cádiz.

Si conversando dos personas ambos expresan a la vez una misma aspiración deben cruzar o entrelazar sus meñiques y expresar un deseo, que se les concederá si no es de índole material; también se recomienda tocar madera cuando esto sucede, en la seguridad de que algo agradable acaecerá a ambos.

Es voz latina, de cum = con + in = en + cadere = caer; de coincidere = caer al mismo tiempo, suceder simultáneamente, de uso no anterior al siglo XVII.