Clausura de la Escuela Taller Casa de la Capellanía.
El salón de la Casa de Cultura acogía la celebración del acto de clausura de la Escuela Taller "Casa de la Capellanía" que se ha estado desarrollando en la localidad durante los últimos dos años.
Al acto asistían el alcalde de Miguelturra, Román Rivero, el concejal de Empleo, Agapito Arévalo, acompañados por Francisco Rueda y Luis Díaz-Cacho, secretario general del SEPECAM y delegado provincial de Trabajo y Empleo respectivamente. Además estuvieron presentes el equipo de profesores - monitores de la Escuela así como los veintiséis alumnos que recibieron su diploma.
Román Rivero, destacaba este proyecto de formación para la juventud como "uno de los que más ilusión despierta en nuestro Ayuntamiento". El primer Edil explicaba que el principal objetivo es tener la juventud mejor formada para evitar el desempleo y darles más opciones de trabajo. Por ello agradecía a la administración su respaldo económico a este tipo de proyectos.
Rivero añadía que desde el Consistorio ya se ha solicitado una segunda fase, que será una continuación de este primer ciclo que ahora concluye, con el objetivo de completar y acabar el proyecto de restaurar la Casa de la Capellanía, "un inmueble que queremos que sea emblemático de Miguelturra, que perdure y sea una referencia de aquí en delante de las construcciones de la localidad".
Por su parte, Francisco Rueda comenzaba su intervención destacando la importancia de la formación, que definía como el principal, si no el único, "antídoto contra el desempleo". Rueda incidía en esta idea añadiendo que para el SEPECAM es prioritario el apoyo a los programas de formación.
Además indicaba que en Miguelturra este año 2007, incluyendo este proyecto de Escuela Taller que son dos años, desde el SEPECAM se han invertido casi dos millones y medio de euros en varios proyectos. Rueda calificaba las Escuelas como proyectos especiales dentro de todos los de formación y detallaba tres características fundamentales: su duración, el dinero invertido y su naturaleza ya que combina la formación y el trabajo.
Por último, agradecía el desarrollo de este proyecto tanto al alcalde como al Ayuntamiento local ya que, añadía "ellos son los que realmente ponen el proyecto en marcha". Rueda finalizaba su intervención felicitando tanto al equipo directivo de esta Escuela Taller como a los monitores y a los alumnos a los que deseaba "suerte en vuestra vida de ahora en adelante".
Por su parte, Agapito Arévalo se dirigía a los asistentes como concejal responsable del área, para agradecer a los alumnos su interés y a los profesores "por la labor encomiable que han realizado durante estos meses".
Los alumnos, han estado distribuidos en cuatro grupos, ocho en cada uno. Las especialidades impartidas han sido dos módulos de construcción, uno de carpintería metálica y otro de carpintería de madera. En cuanto al profesorado, han sido cuatro los monitores encargados, uno por especialidad, además de dos profesores de Educación Compensatoria.
A lo largo de estos dos años, han participado 32 alumnos en esta iniciativa formativa impulsada por el Ayuntamiento de Miguelturra, compaginando formación y práctica. Aparte de la especialidad y la Educación Compensatoria los participantes han completado su formación con diferentes módulos como el de prevención de riesgos laborales, de medio ambiente, técnicas de búsqueda de empleo, formación para el autoempleo y el de informática, entre otros.
En cuanto a la práctica, lo alumnos han comenzado desde los niveles más bajos hasta la reconstrucción de la Casa de la Capellanía, proyecto que no se ha podido concluir debido al descubrimiento de unos frescos que han requerido estudio por parte de patrimonio.
Desde septiembre de 2005 numerosos han sido los jóvenes del municipio que han pasado por la E.T., con edades comprendidas entre los 16 y los 25 años. Muchos de ellos han conseguido trabajo a lo largo de este tiempo y de los 26 alumnos que recibían su diploma alrededor de 19 cuentan ya con posibilidades laborales.
Casa de la Capellanía.
La Casa de la Capellanía, conocida popularmente como "Casa de los Abenza", es un inmueble situado en el centro del municipio, en el número 22 de la calle Carretas. Históricamente es segura su existencia a finales del siglo XVIII, según se aprecia en la fecha inscrita en la piedra clave del dintel de su portada en la que, debajo de una cruz tallada, aparecen los dígitos 1794, aunque probablemente su antigüedad podría ser mayor.
La casa se estructuraba originalmente en dos plantas, con patio al que daba un pasillo corrido abierto, sujeto con piederechos y zapatas de madera, siguiendo la tipología de las casas solariegas manchegas tradicionales.
En este espacio, de unos cuatrocientos metros cuadrados en planta, se distribuían las estancias, diez en la planta superior y siete en la inferior, completándose con una bodega -cueva en el sótano.