Plaza de España, 1

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  9:00 a 14:00 horas. Lunes a viernes

Se desarrollará un taller de psicología sobre "Trastornos de la conducta alimentaria en la infancia" y "Obesidad y sobrepeso".

Charla sobre Trastornos Alimentarios.

El Centro de la Mujer de Miguelturra, dependiente de la concejalía de mujer del consistorio local, sigue desarrollando el Programa de Educación Nutricional que ya comenzara la pasada semana. En esta ocasión, la invitada fue Ana Rivas García-Soto, profesora del gabinete de psicología de la Universidad Europea de Madrid y profesional de la unidad de Trastornos Alimentarios del hospital Niño Jesús de Madrid. La jornada fue introducida por la concejal de mujer del Ayto de Miguelturra, Esmeralda Muñoz, quien ofreció a los asistentes datos de la conferenciante.

La charla se centraba en la sintomatología tanto física como psíquica de la anorexia y la bulimia nerviosas, datos fundamentales a través de los que se puede detectar que una persona sufre alguno de estos trastornos de la conducta alimentaria. En lo que se refiere a los síntomas físicos más característicos relacionados con la anorexia (dejar de comer), Rivas destacaba una rápida pérdida de peso y, como consecuencia, una interrupción de la regla (amenorrea) en las mujeres. Además, la persona con esta enfermedad sufre un estado de hiperactividad que se traduce en una obsesión por el ejercicio físico y una excesiva preocupación por el estreñimiento.

En cuanto a la sintomatología psicológica se recoge una alteración de la imagen corporal, baja autoestima (con pensamientos siempre negativos), alteraciones interoceptivas (no tienen sensación de hambre, ni de saciedad ni de fatiga) y cambios en la conducta en dietas estrictas con ayunos completos además de una obsesión por el estudio o una elevada ansiedad entre otros.

Por otra parte, la conferenciante incidía en los síntomas relacionados en este caso con la bulimia nerviosa, enfermedad de la que destacaba como característica el “normopeso”, es decir, que las personas que la sufren se mantienen en un peso normal por lo que es más complicado detectarla. Los síntomas se relacionan con una sobreingesta compulsiva, un aumento de la ansiedad, y una preocupación excesiva por el físico en general. Además las personas que sufren este trastorno no sólo abusan de la comida sino que este abuso se traslada a otros ámbitos como las anfetaminas o la promiscuidad sexual.

Por último, Rivas explicaba aquellos aspectos de una persona que pueden predisponer, precipitar y mantener en el tiempo estas enfermedades. Las separaciones, muertes cercanas, abusos sexuales, críticas continuas hacia nuestro cuerpo y la influencia de los medios de comunicación se recogen como factores que pueden predisponer a sufrir un trastorno de la conducta alimentaria.

Ser mujer y adolescente, haber sufrido obesidad propia o en algún miembro de la familia, y tener algún familiar con algún tipo de trastorno pueden ser algunos de los factores desencadenantes de la enfermedad. Por otra parte, el aislamiento social, las crisis familiares, actividad física excesiva y las propias consecuencias de la inanición (hipotermia, piel seca o lanugo) son factores que favorecen que la enfermedad se mantenga en el tiempo.

La próxima cita del programa de Educación Nutricional llegará la próxima semana, el miércoles 29 de octubre a las 17,30 horas en la casa de cultura, con la charla “El arte del saber comer”, ofrecida por un representante del departamento de formación al consumidor de la firma Puleva. Por último, el miércoles 5 de noviembre, a las 17,30 horas, se desarrollará un taller de psicología sobre “Trastornos de la conducta alimentaria en la infancia” y “Obesidad y sobrepeso”, impartido por la psicóloga del Centro de la Mujer, Mercedes López